Enrique Pérez Díaz

Enrique Pérez Díaz
(La Habana, 1958). Este polifacético creador ha abordado la literatura para niños desde todas las perspectivas. Como ensayista, su obra ha sido publicada en los principales medios impresos de su patria, Colombia, Argentina y México. Conferenciante, ha recorrido Europa y América, en muchas ocasiones también como cuentacuentos. Aunque sus cuentos y poemas para niños transcurren en el mundo de hoy, Enrique siempre apuesta por la imaginación y la fantasía. Posibilitador de imposibles, sus muchos libros describen el poder que las hadas otorgaron a este isleño para convertir la tierra firme en un mundo dúctil de sueños. Es director de la Editorial Gente Nueva. Vive en La Habana. (María García Esperón)

Los que escriben para niños...

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Entrevistas de Enrique Pérez Díaz a autores de LIJ. Columna en Cubarte

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Archive for abril 2013

El Premio Andersen: una pasión de mi vida, en CUBARTE

El Premio Andersen: una pasión de mi vida
Por: Susana Méndez Muñoz
Fecha: 2013-04-25
Fuente: CUBARTE

Por primera vez un intelectual cubano integra la nómina del jurado del Premio Hans Christian Andersen, equivalente en la literatura infantil al Premio Nobel, y le ha correspondido ese honor al periodista y escritor Enrique Pérez Díaz, director además de laEditorial Gente Nueva.

Pérez Díaz, que fungirá como jurado en la edición del año 2014, comenzó a indagar sobre el Premio Hans Christian Andersen en la década de los 90s, y en 1998 por este proyecto de estudio le fue conferida una Beca en la Internationale Jugendbibliothek de Munich, en Alemania.

Desde estos momentos nunca ha dejado de estudiar, investigar y promover este prestigioso premio, la obra de sus escritores laureados y la buena literatura infantil en general.

El escritor tiene publicados más de treinta libros de literatura infanto-juvenil y sus artículos y ensayos sobre este género han aparecido en innumerables publicaciones nacionales y foráneas. Ha recibido múltiples premios y reconocimientos por sus obras.

Pérez Díaz accedió a conversar con Cubarte sobre este tema, que es parte importante de su vida.

En la década del 90 usted escribió un artículo en El Caimán Barbudo que se llamaba ¿Qué pasa con los Premios Andersen en Cuba? ¿Considera que es este el punto de partida del proceso que lo ha llevado hoy a integrar el jurado de este premio?

Sí, yo había leído un trabajo en la revista Revolución y Cultura, de Alga Marina Elizagaray, donde ella hablaba del premio, y ahí me enteré de que existía y de que existían todos esos autores. A mí me pareció imperdonable, al ser yo un lector empedernido desde niño de la literatura infantil, no saber que eso existía y que no se había divulgado en Cuba.

Como soy Aries, en aquel momento me dio la furia por investigar de los Premios Andersen, y coincide que conozco a Alga Marina y me abre las puertas de su muy bien dotada biblioteca, porque ella era en ese entonces la presidenta de la Organización Internacional para el Libro Juvenil (IBBY) y le llegaban libros de muchas partes, conocía a varios premiados en el certamen, inclusive a Maria Gripe, con la cual, gracias a ella, sostuve una amistad epistolar, aunque nunca tuve la suerte de conocerla en persona.

Paradójicamente, de pronto me eligen presidente de la sección de literatura infantil de la Asociación de Escritores de la UNEAC. Ya yo venía estudiando este género, había publicado unos artículos muy críticos, en Juventud Rebelde acerca de lo que estaba leyendo en esos momentos sobre el Andersen, sobre los ganadores hasta ese año, entre otros asuntos.

Cada vez que viajaba al exterior trataba de buscar los libros de estos autores y en el 98 llego a la beca de la Biblioteca Internacional de la Juventud en Alemania; allí uno presentaba un proyecto y si te lo aprobaban, te daban una beca de tres meses para desarrollarlo. En ese tiempo yo leí como un enajenado: de día en inglés todas las enciclopedias y en las noches me llevaba para la casa obras de ficción.

Ahí senté las bases de la antología, que fue publicada en el 2008 por esta editorial, y de la historia del Premio Andersen, que se perdió, y que ahora la estoy reescribiendo, lo cual no me cuesta trabajo porque tengo mucha bibliografía, solo tengo que digitalizar.

Cuando comienzo como presidente de la sección de la UNEAC, en el 93, entro también en el Comité Cubano del IBBY; luego, en el 94, Emilia Gallegos pasa a ser la presidenta del IBBY y a mí me eligen vicepresidente, después fui también secretario ejecutivo, y ahora atiendo las Relaciones Internacionales.

A través de los congresos del IBBY he conocido a muchos de los premiados con el Andersen, que ciertamente se ha convertido en una pasión de mi vida.

¿Cómo es el proceso de selección de los jurados del Andersen?

Las secciones nacionales del IBBY nominan para el jurado, igual que lo hacen con los escritores e ilustradores, y entonces uno tiene que presentar una hoja de vida y argumentar por qué considera que puede ser miembro de este jurado. Esto es muy curioso, yo no sabía qué poner realmente y opté por narrar en dos cuartillas cómo yo había aprendido a través de mi madre quién era Andersen y también expliqué esta historia que te hice de mi descubrimiento del premio, del artículo del Caimán…, y además de todas mis anécdotas personales asociadas al tema y a mi investigación.

¿Cuáles son esas anécdotas?

Por ejemplo, cuando Astrid Lindgren escribió un mensaje para Revolución y Cultura dedicado a los niños cubanos; cuando María Gripe me cedió un cuento que se llama El corazón que nadie quería, para mi primera antología Cuentos sin edad; cuando conocí en un congreso en Cartagena de Indias, en el 2000, a Ana María Machado, a Lygia Bojunga Nunes, a Mitsumasa Anno y a Anthony Brown, destacado autor inglés, y a otros notables escritores que también conocí en el congreso de Basilea.

Les conté también de mi relación con María Teresa Andruetto, y con otros autores premiados con el Andersen que son grandes amigos de Cuba y míos.


Enrique Pérez Díaz. Foto: Susana Méndez / Cubarte

¿Estas relaciones suyas han propiciado la publicación por parte de la editorial que dirige de las obras de algunos de estos escritores?

En cierta medida sí; por ejemplo, a María Teresa Andruetto, que obtuvo el premio en el 2012, y a Bianca Pitzorno, que estuvo nominada en esa edición y lo vuelve a estar este año, las hemos publicado; Lygia Bojunga Nunes nos preparó un libro con toda su obra para poder editarlo aquí en Cuba sin costo alguno, para los niños cubanos, entre otros, todo lo cual te da la medida del rating que va alcanzando Gente Nueva en cuanto a cesión de derechos.

¿Qué cree definiría su aprobación como jurado?

Aunque hay muchas personas interesantes e inteligentes y capacitadas, algunas que leen en cincuenta idiomas, y yo solo en mi lengua, en inglés y en portugués, este cubano, este isleño, ha estado muy vinculado a este certamen, porque lo ha estudiado durante muchos años, pienso que eso quizás haya influido en la decisión del comité ejecutivo del IBBY.

¿Qué piensa de esta designación en lo personal y en lo institucional?

Creo que es un tremendo reconocimiento para el Comité Cubano del IBBY y para nuestro país.

Para mí es una inmensa responsabilidad; no soy el primer latinoamericano, ya han sido jurados escritores de Argentina, Perú y Brasil, y ahora lo integra Fanuel Hanan Díaz, de Venezuela.

De todas maneras la representación de Latinoamérica es minoritaria.

Sí, pero el certamen se ha ido abriendo a la perspectiva de buscar en otras literaturas. Cuando comenzó el IBBY tenía una tendencia muy anglosajona, porque era la literatura más difundida en los años 50 cuando se crea esta organización. En los últimos congresos del IBBY ya ha habido una participación mayor de escritores del Tercer Mundo, de los países menos favorecidos promocionalmente y creo que no es casual que el premio tenga un jurado bastante abierto con personas de Japón, Indonesia, Teherán, Turquía.

Es un jurado muy integrado, me parece que es bastante diferente la composición, hay personas que tienen enfoques desde la academia, hay promotores, libreros, ilustradores, diseñadores free lance, creo que será muy interesante.

Y bueno, cada cual apostará por el autor que más le guste, que más le llegue, como en todos los jurados del mundo.

¿Cuántos autores e ilustradores se están presentando?

Sesenta en total; 31 ilustradores y 29 autores, procedentes de 34 países, lo cual es un buen record pues hay que evaluar muchas obras.

También entre los premiados solo tres son latinoamericanos.

Creo que hay una nómina muy profesional de autores que han marcado de alguna manera el derrotero y la forma de ser que ha tenido la literatura infantil en el mundo desde 1956.

Y sí, ha sido bastante desigual la nómina, solo de Latinoamérica han sido ganadores en 1982 Lygia Bojunga Nunes, y en el 2000 Ana María Machado, ambas de Brasil; y en el 2012 la argentina María Teresa Andruetto, aunque muchos han sido finalistas.

Por supuesto, los resultados dependen de la votación del jurado, del nivel de cercanía que encuentre cada miembro del mismo con las obras. Siempre han sido jurados muy serios y creo que el hecho de que se ha conformado por personas de diversas latitudes y profesiones puede garantizar que se haga un buen trabajo.

¿Existe algún certamen similar al Premio Andersen?

Bueno, existe un premio que ganaron Isabel Allende y Joanne Kathleen Rowling, la autora de Harry Potter, que es un Andersen que confiere Dinamarca y no tiene nada que ver con este que es equivalente, como sabes, al Nobel de Literatura para niños, y además hay un tercero con igual nombre que entrega Italia a autores del país, porque bueno, se utiliza el nombre del Príncipe de los cuentos infantiles, pero son eventos completamente independientes.

¿En qué consiste el Premio Hans Christian Andersen?

Es una medalla de oro con la efigie de Andersen. Hay una anécdota muy simpática de cuando ganó en el 84 el lauro Christine Nöstlinger, una escritora austríaca, que mordió la medalla para ver si era de oro macizo o solo un baño dorado. Esta autora escribe una literatura difícil, es de la generación de los 60s.

En varias ocasiones se ha mostrado partidario de que no se escriban libros para niños, sino libros para personas, que reflejen la realidad, y ha resaltado en este sentido la obra de la Premio Nacional de Literatura Nersys Felipe, pionera en tratar en sus volúmenes temas que antes no se reflejaban en la literatura infantil, temas crudos como la muerte. ¿Tiene que ver esta línea de pensamiento con la tendencia de los jurados del Andersen?

En las últimas décadas esto se ha hecho más evidente; en un inicio, por supuesto, la cuerda estaba en cuentos suaves, de la tradición de las hadas como es la obra de Eleanor Farjeon, que recibe el primer Andersen en el 56; no es el caso de Astrid Lindgren, pues ella abordó temas difíciles, al menos en tres de sus libros.

Ya en los 70 el italiano Gianni Rodari, la sueca María Gripe, la estadounidense Paula Fox y la danesa Cecil Bodker, se van adentrando más en temas difíciles; por ejemplo James Kr?ss, de Alemania y José María Sánchez Silva, de España, que fueron laureados de conjunto en el 68, hacían una literatura más tradicional.

En las últimas décadas se han visto todas las tendencias; una de estas es que ganen muchos autores de álbumes ilustrados, como es el caso del estadounidense Maurice Sendak, laureado como ilustrador en el 70, que tiene ese libro maravilloso que es Donde viven los monstruos y Mitsumasa Anno, que lo fue en el 84, y que son ilustradores que además escriben.

Pero este premio ha vibrado de acuerdo a las tendencias mundiales, por supuesto. En los años de postguerra van surgiendo libros más conflictivos, pero siempre hubo quienes escribieron pura fantasía.

En la actualidad Bianca Pitzorno utiliza una manera fabular, pero a la vez tiene mucha crítica social, al sistema capitalista, a las desigualdades, entre otros temas; muchos autores que he conocido siguen este camino y eso se mantiene.

Ahora, aunque hay una vuelta a la fantasía, después del descubrimiento de Harry Potter en el 98, siguen aflorando en muchos textos los temas difíciles y el Andersen no está exento de estos.

¿Cree usted que desde la posición de jurado del Premio Andersen pueda aportar a una mayor visibilidad de la literatura latinoamericana para niños y jóvenes en ese entorno?

Yo pienso que sí, porque de alguna manera allí conoceré personas de todas partes, pienso llevarme discos con la mayor cantidad de información posible sobre la editorial y su producción más reciente, que comprende la obra de muchos autores latinoamericanos; confío en que, como siempre, las cosas empiecen a bullir, creo que eso es parte de mi sino y de mi intranquilidad congénita.

¿Sabe dónde serán las sesiones de trabajo del jurado?

Creo que serán precisamente en la Biblioteca Internacional de la Juventud, en Munich, allí donde yo hice el proyecto del Andersen; es como un ciclo que empezó allí y ahora continúa.

¿Esta pasión confesada por la literatura infantil se debe a su madre “cuentacuentos”?

Sí, mi madre era “cuentacuentos”, bibliotecaria. Yo no hubiera querido ser escritor nunca en mi vida, me parecía una profesión muy aburrida, pero salí con estas dotes, según dicen los que me han leído; aunque yo tengo más alma de rockero insurgente que de escritor, pero…, en fin.

¿Qué le ha aportado la literatura infantil?

Como vehículo de comunicación, decir las cosas que quiero y de la forma que quiero; la literatura para adultos se mueve en otras convenciones y la infantil te libera de ellas.

Si tú escribes un libro para adultos, como cualquiera de mis libros infantiles, generaría estupor, empezarían a clasificar lo que escribo y en los libros infantiles puede pasar cualquier cosa, es una libertad expresiva muy grande y a la vez, entre líneas, se pueden decir muchas cosas que la literatura para adultos no osa decir todavía.

En la literatura infantil, sobre todo en la cubana y la de muchos países, se han dicho muchas verdades y esto es muy interesante porque esas verdades buscan el crecimiento del lector, sea cual sea su edad, porque a cualquier edad se puede aprender, crecer y llegar a ser una persona mejor en el futuro que son en definitiva las convicciones de IBBY; es decir, fomentar a través de los libros infantiles ideales de tolerancia, paz, solidaridad, cooperación, entendimiento de lo diferente, y mi obra ha ido en ese camino. Creo realmente que esta será una experiencia muy provechosa y le trataré de sacar el mayor beneficio posible para la literatura infantil.


Enrique Pérez Díaz. Foto: Susana Méndez / Cubarte

¡Arriba, que se nos acaba el tiempo! Entrevista en Cubarte


Enrique con el escritor alemán James Krüss. Premio Andersen 1968. 

Fuente: CUBARTE

¡Arriba, que se nos acaba el tiempo!

Por: Esther Suárez Durán
Fecha: 2013-04-19

Con esta frase comienza el periodista, escritor, crítico y editor Enrique Pérez Díaz cada una de sus mañanas. Enrique, quien también es el Director de la Casa Editorial Gente Nueva, especializada en la literatura para los niños y los jóvenes, ha sido seleccionado miembro del Jurado Internacional del prestigioso Premio Hans Christian Andersen, por el Comité Ejecutivo Internacional del International Board on Book for Young People (IBBY). Es el primer cubano que integra este Jurado y su ingente labor explica tal suceso, pues cuenta en su haber con más de treinta libros para los públicos más jóvenes, entre los que figuran, por citar tan solo algunos títulos, Inventarse un amigo, Minicuentos de hadas, El último deseo, El niño que conversaba con la mar, La gran fiesta de los bichos, País de unicornios, ¿Se jubilan las hadas?, Las Cartas de Alain, Las golondrinas son como el mar, publicados por editoriales cubanas y de otros países. También es autor de numerosas selecciones y antologías sobre literatura cubana y extranjera. Su obra se estudia en programas escolares de Estados Unidos, España, Argentina, México, Martinica y República Dominicana y está traducida al inglés, portugués, japonés, alemán, euskera e italiano. Sus artículos y ensayos sobre literatura para niños han aparecido en diversos diarios y revistas cubanas, así como también en publicaciones de Colombia, México, Argentina y España. Desde 1993 y hasta el 2008 presidió la Sección de Literatura Infantil de la UNEAC y es miembro del Comité Cubano del IBBY. En 1998 su proyecto de investigación sobre los Premios Hans Christian Andersen le mereció una beca en la Internationale Jugendbibliothek de Munich, Alemania.

A propósito de su participación en esta nueva edición de los Premios Andersen sostuvimos esta conversación que ahora presentamos a los lectores.

El Premio Hans Christian Andersen se conoce también como el Nobel de la Literatura Infantil y se concede con una frecuencia bienal, como reconocimiento a una “contribución duradera a la literatura infantil y juvenil” en dos categorías: autores/as e ilustradores/as. ¿Qué lugar ocupa el Premio Andersen entre los reconocimientos establecidos en el ámbito internacional de las letras en el mundo actual? Por cierto, no está dotado con un estímulo monetario exactamente…

Por eso último que apuntas creo que es uno de los reconocimientos más importantes que existen; es un premio honorífico que no implica dividendo alguno, aunque sí un notable reconocimiento de una obra de vida por destacados investigadores, críticos, autores y editores. En realidad, se le ha llamado el Nobel porque premia el conjunto de una obra. A través de su historia ha galardonado a autores muy significativos, que marcaron época tanto en su contexto más cercano como en el internacional. Estudiando la obra de cada uno se ve la evolución del premio en más de medio siglo, que es muy interesante y diversa.

Entre los 31 autores ganadores del Premio desde 1956, año en el cual se concedió por vez primera, solamente hallamos los nombres de tres autoras (porque todas son mujeres) de América Latina: Lygia Bojunga Nunes y Ana Maria Machado, ambas de Brasil, en 1982 y en el 2000, respectivamente; y en 2012 María Teresa Andruetto, de Argentina. ¿Puede decirse lo mismo en relación con la integración de los Jurados del Premio desde su fundación hasta hoy? ¿Cuántas figuras latinoamericanas y cuántas de El Caribe han formado parte de este Jurado a través de su historia, dispones del dato?

Ha habido jurados de Latinoamérica en mayor cantidad que premiados: la peruana Carlota Carvallo de Núñez (1968 y 1970), los brasileños Leonardo Arroyo y Ruth Villela Alves de Souza (1972 y 1976, respectivamente), la también brasileña Ana Maria Machado (1978 y 1980, quien, además, lo presidió en 1988 y 1990; la alemana radicada en Venezuela Mónica Doppert (1982), el brasileño Rico Lins (1984 y 1986), la brasileña María Antonieta Cunha y la argentina Ruth Mehl (ambas en 1996), la venezolana Carmen Diana Dearden (1996 y 1998), la chilena Verónica Uribe (1998 y 2000), la brasileña Laura Sandroni (2002). En la categoría de Ilustración la colombiana Silvia Castrillón (2002); la argentina Nora Lia Sormani (2012)… como puedes ver, hemos estado bastante representados en nuestro continente.

¿Qué significado tiene la elección de un cubano como miembro del Jurado?

Para Cuba es el reconocimiento al trabajo del Comité Cubano del IBBY y una prueba de confianza de que nuestro país tiene nivel de juicio para integrar un jurado semejante y evaluar la obra de figuras procedentes de 34 países: 29 autores y 31 ilustradores, por lo cual los diez miembros del jurado del 2014 valoraremos la obra de 60 creadores de todo el orbe.

¿Cómo te sientes tú al respecto, qué ha significado esta elección para ti?

Mi vida está llena de azares y sorpresas. Esta elección fue algo inesperado. Incluso entregué al Comité Cubano del IBBY la documentación solicitada algo tarde, en un estilo muy personal y sin estar muy seguro.

En el plano personal es un estímulo importante para quien ha dedicado parte de su vida a estudiar este premio y difundirlo en artículos, antologías, gestiones de derecho de autor, etc. no solo en Cuba, sino en el extranjero.

En el plano íntimo significará organizar mejor mi tiempo, volver a leer viejos conocidos y descubrir lo que escriben otros y tratar de decirme, como siempre que estoy en algún certamen o jurado, como competidor o evaluador: ¡Que gane el mejor!

¿Cómo es que funciona el Premio, el Jurado? ¿Cómo sucede el proceso de nominación de los candidatos? ¿Cómo trabaja el Jurado luego?

Es un poco anticipado para hablar de eso. Solo sé que hasta junio las secciones nacionales tienen plazo para enviarnos el dossier de cada autor y sus libros más significativos. Vendrá un proceso de intensa lectura, hasta que en marzo se reúna el jurado para establecer un veredicto, el cual se da a conocer en la Feria de Boloña, la cita más importante del libro infantil y juvenil en el mundo.

¿Con qué expectativas vas a participar en las labores de este Jurado y de este Premio?

Con la de conocer mejor la literatura infantil (o para niños) de la actualidad, estar como una esponja viendo las tendencias que se mueven y tratar de que se abran más las puertas de acceso hacia esos autores para que puedan ser leídos en Cuba.

¿Cuba ha presentado alguna vez aspirantes al Premio?

Nuestro país nunca ha presentado aspirantes a este Premio. Al menos, en el libro que abarca sus memorias desde 1956 no aparece recogida la nominación de escritor o ilustrador cubano alguno.

¿Podemos esperar a tener en los años próximos un cubano o cubana que se alce con el Andersen? ¿Cómo ves el panorama nacional en relación con el internacional?
Es una pregunta difícil de responder. Creo que hoy por hoy hay autores nacionales con una obra destacada, pero sus posibilidades de comercialización, promoción y traducciones en el exterior no son muy grandes por las más diversas razones. Este es un premio internacional en el que compiten personas que publican en el mundo entero en cientos de lenguas y con una divulgación enorme. Incluso, a veces, un mismo autor es postulado más de una vez y solo queda finalista, lo cual evidencia el alto nivel de competitividad existente en esta lid literaria. Desde luego, no queda descartado que alguna vez ganemos un Andersen, pues el IBBY se ha ido abriendo a las literaturas nacionales de otros contextos. El hecho de que este año, además de un cubano, estén un venezolano, una italiana, un coreano, un iraní y una turca como miembros del jurado ya te da una medida de esta tendencia por abrirse al mundo.

Gracias a tus perspectivas al respecto y a tus personales esfuerzos en tal sentido la casa editora que diriges está poniendo al alcance de los lectores, entre los que figuramos los autores, por supuesto, una parte de la literatura dirigida al joven lector que se produce en el mundo en la actualidad. ¿Qué importancia tiene esto, Enrique?

Es algo vital para que todos tengamos un nivel de referencia. La Colección Veintiuno surge con ese propósito de actualizar nuestro catálogo nacional de lecturas y es una colección que se piensa mucho y que ya se acerca al centenar de títulos. Su catálogo se prepara desde años antes, cuando se lee una obra y comienza el proceso de cesión de derechos, traducción o edición. Ha sido muy interesante ver su recepción en el exterior, pues muchos autores avisan o sensibilizan a otros y siempre nos vemos con muchas obras de donde escoger, e incluso varios títulos de un mismo autor que debemos ir turnando de año en año. Si todos los que hoy escriben para niños en Cuba, bebieran con igual fruición de esta colección, muy diferente sería su perspectiva de lo que ocurre en el mundo. A veces advierto con pasmo que muchos de nuestros autores no leen la creación de sus propios contemporáneos y coetáneos. Pero, especialmente, los jóvenes autores cubanos —sobre todo de provincias— veo que siguen a Veintiuno, varios con una fidelidad contagiosa, y algunos ya comienzan a aparecer en ella. Es una manera de visibilizarlos en una colección de literatura contemporánea que va trascendiendo nuestras fronteras.

Y es que en determinado momento nos desvinculamos de la literatura que se estaba escribiendo en otras zonas del planeta… ¿Cómo ves el asunto, puesto en perspectiva, en relación con etapas anteriores?
Nos desvinculamos por razones históricas, es decir, Cuba padece un bloqueo de toda índole desde hace medio siglo. Además, al existir solo una editorial de libros para niños y tener una orientación más hacia los clásicos, la tradición y no atreverse a divulgar obras que abordan temas difíciles desde la postguerra se perdió una continuidad en la lectura de lo que se publicaba en el mundo. También las bibliotecas se desabastecieron por el uso de los libros en existencia y por la ausencia de libros importados. Es un hecho que en los 90 un atinado editor de Gente Nueva, Juan Carlos Reloba, trató de actualizar el catálogo y, casi 45 años después de publicada, apareció en Cuba Pippa Mediaslargas, de Astrid Lindgren, o algunos libros de Lygia Bojunga, Christine Nöstlinger, Tormod Haugen, así como cuentos de algunos autores Premios Andersen en mi primera selección Cuentos sin edad, pero era difícil conseguir las cesiones de derecho de autor, incluso más que hoy. Me consta el esfuerzo personal, desde los años 80, de nuestra primera presidenta de IBBY, Alga Marina Elizagaray, para publicar en Cuba muchas obras significativas, pero no siempre fue posible.



En el caso de la Categoría de Ilustración del Premio Andersen sí que no hemos podido colocar a ningún artista iberoamericano, porque ni España se ha podido ubicar aquí entre artistas checos, polacos, daneses, alemanes, británicos… y aprovecho para conocer tu valoración acerca del estado de la ilustración y el diseño de libros para niños y jóvenes en Cuba.

Ha habido muchos españoles nominados, pero ninguno ha podido alzarse con el premio como bien dices. El único español premiado fue el autor de Marcelino Pan y vino, José María Sánchez Silva, en 1968, junto al alemán James Krüss.

Creo que en este campo de la ilustración y el diseño hemos avanzado un trecho. Por fortuna, se salió de la etapa primitiva y puramente pintoresquista hacia una más artística y hasta un poco críptica para el lector medio infantil “formado” por una deformada tradición de ilustración facilona, a lo Disney, y ahora se está produciendo una asimilación de estilos en muchos creadores de diversa edad para llegar mejor al público. Nosotros en la editorial tratamos de que la imagen sea ilustración, sin perder su valor artístico. Pero en los libros para niños, aunque se recorra otro camino expresivo, se debe ser fiel a lo que se narra y no negarlo. Si te dicen que el personaje es de ojos verdes, ¿por qué ponérselos marrones?

¿Estamos a la altura del estándar internacional? Hay quienes opinan que podemos competir en cuanto a calidad de contenidos, pero no así en el aspecto visual del Libro. ¿Piensas lo mismo?

En cuanto a contenidos habría que ver. Nosotros salimos de la década del 70 con algunas obras que son hitos en nuestra literatura, pero todavía nuestros libros distan bastante de moverse entre la amplia gama de problemáticas del mundo contemporáneo. Poco importa que traten realidades más difíciles si estas no inquietan en el resto del planeta o ya han sido más que abordadas. Hay, por demás, en todo el mundo —luego del revival de Tolkien y de la saga de Narnia de C. S. Lewis, tras el advenimiento del niño mago Harry Potter— una vuelta innegable a la fantasía y a las criaturas míticas, que en la isla, por ejemplo, apenas se ha explotado con nuestro rico folclore.

En un mundo donde cada vez la visualidad gana mayor espacio, ¿cambia el concepto propio del Libro?

Cambia en tanto se vuelve un poco alternativo frente a las multimedias, los E-books, Epu, etc.

¿De qué depende, en realidad, que nuestros libros puedan ser más atractivos y lleguen a competir en el mercado internacional? ¿Es asunto financiero, e incluyo tecnología, equipamiento, insumos…además de la subvención con que la política cultural sostiene la relación entre público y libro… o el tema comienza por un problema conceptual?

Todo eso un poco y más. Conceptualmente todavía se deben subir algunos peldaños en esa gigantesca escalera de gustar al lector, tener calidad, vibrar con lo nacional y lo universal, ser intertextual o inter-gráfico, no sé. El apoyo tecnológico también es muy importante, pues a veces en el extranjero se ven libros de dudosa moralidad artística (por así decirlo) pero llevan un ropaje tal que se ganan el interés del lector, y por ropaje entiendo cubiertas de cartoné, repujadas, con letras al relieve, texturas, matices y un papel incorruptible frente a la humedad y los insectos devoradores de libros, que suelen ser muy buenos catadores de lo que pueden comerse o no…

¿Cómo te imaginas el mundo del futuro mediato de aquí a unos 15 años en relación con el objeto que hoy denominamos Libro? ¿Dentro de unos 50 años existirá precisamente el proceso que hoy reconocemos como Lectura?

Soy de los soñadores que piensan que siempre se va a leer el soporte libro. Nada iguala la textura, el olor, el palpar unas páginas, una cubierta, ver unas ilustraciones. Existen los reader, los kindle que sirven de plataforma a los libros digitales, pero eso no deja de ser un manipulable aparato más con teclas que accionar como cualquier otro: MP3, IPhone, table, etc. A mi juicio nada iguala (ni igualará) a un buen libro.

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Reconocimiento a Cuba. Juventud Rebelde



Reconocimiento a Cuba

Nombran a Enrique Pérez Díaz como jurado del Premio Hans Christian Andersen


Aracelys Bedevia
digital@juventudrebelde.cu
11 de Abril del 2013 23:52:28 CDT


El escritor cubano Enrique Pérez Díaz, director de la Editorial Gente Nueva y autor de un importante número de libros destinados a niños, adolescentes y jóvenes, acaba de ser seleccionado por el Comité Ejecutivo de IBBY (International Board on Books for Young People) como uno de los diez miembros del jurado del Premio Hans Christian Andersen 2014.

La noticia la dio a conocer la española María Jesús Gil, presidenta del certamen. La selección se realizó a partir de las nominaciones enviadas por las secciones nacionales pertenecientes a IBBY.

Como un reconocimiento a Cuba y al trabajo que se acomete aquí a favor de los niños, adolescentes y jóvenes, calificó Pérez Díaz su presencia en el jurado de este premio, cuyos ganadores serán anunciados durante la Feria Internacional del Libro de Boloña (Italia), en marzo de 2014.

Considerado el Nobel de la literatura infantil, el Hans Christian Andersen valorará en su actual edición el conjunto de la obra literaria de 29 autores y 31 ilustradores nominados por 34 países, por su importancia, trascendencia y contribución a la literatura infantil.

Pérez Díaz —quien fue periodista de la Redacción cultural de Juventud Rebelde— es el primer cubano en integrar este jurado. «La experiencia será formidable y permitirá ampliar las relaciones de Cuba con esta organización y con escritores de todas las latitudes. La obra de muchos de estos autores no es conocida en nuestro país, excepto la de algunos que ya hemos publicado», expresó.

Más adelante el escritor afirmó: «En algún momento estaremos preparados para tener también a un cubano nominado al Premio, la más alta distinción internacional que, cada dos años, se le entrega a autores e ilustradores de libros para niños».

Por primera vez un escritor cubano jurado del Christian Anderse


Fuente: Cubarte

Por Susana Méndez Muñoz

El periodista y escritor Enrique Pérez Díaz, director además de laEditorial Gente Nueva ha sido aprobado como jurado del prestigioso Premio Hans Christian Andersen, equivalente en la literatura infantil al Premio Nobel, en lo que constituye la primera vez que un intelectual cubano integra tan prestigioso tribunal.

Pérez Díaz comenzó a investigar sobre el Premio Hans Christian Andersen en la década de los 90s, y en 1998 por este proyecto le fue conferida una Beca en la Internationale Jugendbibliothek de Munich, en Alemania.

El escritor es miembro del Comité Cubano de la Organización Internacional para el Libro Juvenil (IBBY), desde el año 1993, y en el mismo ha desempeñado diversas funciones.

Tiene publicados más de treinta libros de literatura infanto-juvenil y sus artículos y ensayos sobre este género han aparecido en innumerables publicaciones nacionales y foráneas. Ha recibido múltiples premios y reconocimientos por sus obras.

El jurado de este certamen se selecciona luego de un proceso de nominación que llevan a cabo las secciones nacionales de IBBY, y luego la instancia mundial de esta organización requiere de los nominados una hoja de vida y el argumento de por qué consideran que pueden ser miembros del jurado.

Es muy probable que la decisión del comité ejecutivo del IBBY al aprobar la candidatura de Enrique Pérez Díaz haya estado signada por la amplia labor investigativa y promocional sobre el Premios Hans Christian Andersen que ha desarrollado durante muchos años, y es un gran reconocimiento a su pasión por la literatura infantil.

Además de Pérez Díaz, representa el continente americano en el jurado del certamen Fanuel Hanan Díaz, de Venezuela y el resto de los miembros provienen de Rusia, Austria, Corea del Sur, Italia, Estados Unidos, Irán, Suecia y Turquía, los que tendrán que evaluar 29 autores y 31 ilustradores nominados por 34 países, con vistas a seleccionar a los ganadores del Premio Hans Christian Andersen 2014 en ambas categorías.

El Premio Hans Christian Andersen se confiere desde el año 1956, de manera bienal y reconoce la importancia, trascendencia y contribución de la obra completa de un autor y un ilustrador dedicada a niños, adolescentes y jóvenes.

El príncipe Emrys

Enrique Pérez Díaz, con Hans Christian Andersen, el Día de la LIJ 2013


Para Enrique Pérez Díaz en su cumpleaños
11 de abril de 2013

Allá en su castillo
en medio del mar
el príncipe Emrys
soñaba volar.

¡Llegaba tan lejos!
al siempre, al jamás,
al bosque encantado
y al fondo del mar.

Habló con dragones,
con hadas y duendes
con la Sirenita
y con Blancanieves.

Fue por Scherezada
y hasta por Simbad
fue por Aladino
recorrió Bagdad.

Y buscando a Arturo
llegó a Camelot
el sabio Merlín
su magia le dio.

Guardó un unicornio
blanco e inocente
en un gobelino
de colores tenues.

Bebió de aquel filtro
de Isolda y Tristán
y tal vez por eso
no deja de amar

al Sol, al Anhelo
al dulce Ideal
al Mar, las Estrellas
a la Inmensidad.

Se llenó de historias
cuando era muy niño
y ahora que es grande
escribe los libros.



Enrique Pérez Díaz, Jurado en el 2014 Hans Christian Andersen Award


IBBY Announces the 2014 Hans Christian Andersen Award


Jury and Nominees

The International Board on Books for Young People is proud to announce the 2014 Jury and the candidates for the Hans Christian Andersen Awards.


The Hans Christian Andersen Award is the highest international distinction given to authors and illustrators of children's books. Given every other year by IBBY, the Hans Christian Andersen Awards recognize lifelong achievement and are given to an author and an illustrator whose complete works have made an important, lasting contribution to children's literature.


The 2014 Jury, selected by IBBY's Executive Committee from nominations made by its national sections, comprises the following ten distinguished members from across the globe. Jury PresidentMaría Jesús Gil (Madrid, Spain) will lead the Jury to select the winners of the 2014 Hans Christian Andersen Awards.

Anastasia Arkhipova Illustrator, chair of the board of the Association of Moscow Book Illustrators and Designers, Moscow, Russia.


Fanuel Hanan Diaz Editor, author and researcher, Caracas, Venezuela.


Sabine Fuchs University lecturer in children's literature, Graz, Austria.


Sang-Wook Kim Professor in children's literature at the Chuncheon National University of Education, Seoul, Korea.


Enrique Pérez Díaz Author and publisher, Havana, Cuba.


Deborah Soria Book-seller and promoter of children's literature, Rome, Italy.


Susan M. Stan Professor of children's literature at the Central Michigan University, USA.


Sahar Tarhandeh Independent researcher in children's literature, freelance graphic designer and art director, Tehran, Iran.


Erik Titusson Publisher and former Director of the ALMA, Stockholm, Sweden.


Ayfer Gürdal Ünal Writer, critic, and lecturer at the Bhosphorous University, Istanbul, Turkey.


Former IBBY Vice President Elda Nogueira (Rio de Janeiro, Brazil) and IBBY Executive Director Liz Page are ex officio Jury members.




The following nominees have been submitted for the 2014 Hans Christian Andersen Awards by the National Sections of IBBY. For the 2014 Awards 29 authors and 31 illustrators have been nominated from 34 countries.


Argentina: author María Cristina Ramos; illustrator Isol


Australia; author Nadia Wheatley; illustrator Ron Brooks


Austria: author Renate Welsh; illustrator Linda Wolfsgruber


Azerbaijan: author Sevinj Nurugizi


Belgium: author Frank Andriat; illustrator Carll Cneut


Brazil: author Joel Rufino dos Santos; illustrator Roger Mello


Canada: author Kenneth Oppel; illustrator Philippe Béha


China: author Hongying Yang; illustrator Liang Xiong


Croatia: illustrator Svjetlan Junaković


Denmark: author Lene Kaaberbøl; illustrator Charlotte Pardi


Estonia: author Aino Pervik


Finland: author Kirsi Kunnas; illustrator Pekka Vuori


France: author Jean-Claude Mourlevat; illustrator François Place


Germany: author Mirjam Pressler; illustrator Rotraut Susanne Berner


Greece: author Sofia Madouvalou; illustrator Daniela Stamatiadi


Iran: author Houshang Moradi Kermani


Ireland: author Eoin Colfer; illustrator PJ Lynch


Italy: author Bianca Pitzorno; illustrator Fabian Negrin


Japan: author Nahoko Uehashi; illustrator Ken Katayama


Republic of Korea: author Jin-Kyung Kim; illustrator Byoung-Ho Han


Latvia: illustrator Reinis Pētersons


Netherlands: author Ted van Lieshout; illustrator Marit Törnqvist


Norway: author Bjørn Sortland; illustrator Øyvind Torseter


Portugal: author António Torrado; illustrator Teresa Lima


Russia: author Vladislav Krapivin; illustrator Igor Oleinikov


Serbia: author Ljubivoje Rsumović; illustrator Dobrosav Zivković


Slovakia: author Daniel Hevier; illustrator Peter Uchnár


Slovenia: author Polonca Kova; illustrator Alenka Sottler


Spain: illustrator Javier Zabala


Sweden: illustrator Eva Lindström


Switzerland: illustrator Albertine


Turkey: author Serpil Ural; illustrator Saadet Ceylan


UK: author Jacqueline Wilson; illustrator John Burningham


USA: author Jacqueline Woodson; illustrator Bryan Collier


The Jury President will guide the judging process and preside at the jury meeting 15-16 March 2014. The shortlist will be disseminated immediately following the Jury meeting and the winners will be announced at the IBBY Press Conference at the Bologna Children's Book Fair on Monday, 24 March 2014.



For more information about IBBY's programme and current projects please contact the IBBY Secretariat or visit: http://www.ibby.org.

Carta a Hans Christian Andersen en su 208 cumpleaños, en CUBARTE


Fuente: Cubarte

Por Enrique Pérez Díaz

“Algún día, Odense será iluminado por él” dijo en una ocasión una adivina a tu madre, cuando a los pocos días de nacido, un dos de abril de 1805, inquieta por tu impredecible futuro y, viendo tus miembros largos, desgarbada figura y una nariz que se adelantaba a tu cuerpo, infirió que ibas a ser un niño sin suerte… poco tenía para darte la pobre lavandera, acosada de sufrimientos y deudas, salvo una infancia de pobreza y el estigma de haber nacido en una cama que antes fuera un ataúd.

Quizás la peculiar mujer que se dedicaba a intuir el futuro, solo intentó consolar a quien ya no podía más con la vida y desde la pobreza te fue educando en el fragor de la existencia y en probar una voluntad por defender un ideal a toda costa y salir de aquel mundo donde viste la luz.

Como el patito feo de tu cuento, tenías alas de cisne y estabas destinado a volar alto y lejos. Pero tan alto y tan lejos te proponías volar, que leyendo tus obras y conociendo los detalles, que año tras año los biógrafos escarban de tu azarosa vida, se puede presumir que como él, sufriste vejaciones, maltrato, incomprensión y anti tolerancia, sobre todo —¡Oh, paradoja!— de quienes más querías e idealizabas.

Eras diferente, Hans Christian y la diferencia tiene un precio. Eres diferente a cuantos han escrito para niños y, sin embargo, en lo que menos imaginaste, lograbas de un plumazo atrapar el alma de la gente, de generaciones enteras de admiradores que en la tristeza y tiniebla de tus cuentos se fueron descubriendo a sí mismos y percatándose de que había en el mundo alguien que reparaba en las cosas tristes, en aquellos detalles que hacen el vivir cotidiano y nada tienen que ver, desafortunadamente, con el soñar…

Probaste fortuna en el teatro, quisiste ser actor, bailarín, pero en la adolescencia cuando ya destacabas como cantante, tu voz comenzó a cambiar y con esa figura desgarbada y ausente que nunca te acompañaba todos te miraban con indiferencia, sorna y desdén.

Como humano sensible y amante de la belleza física y del alma, ¡cuánto no habrás sufrido al verte ignorado por quienes más amabas y seguías quiméricamente hasta el sufrimiento, tejiéndote el dulce ensueño de que algún día te pudieran amar!.

Tiene el amor extrañas e infinitas redes que nos aprisionan y tú descubriste pronto, Hans Christian, como esa sirenita tuya que te sobrevive y es prueba del sacrificio sin premio, de la extinción sin fruto de un ser humano en aras de un amor que nos desoye y desorienta a la vez.

Leyendo cualquier historia de las que primorosamente —y con alma de fino artífice bordaste para las letras danesas y universales— cabe inferir esa ternura tuya agazapada en el ostracismo del olvido y en la circunstancia del imposible que siempre presidieron todos tus afanes más caros.

Un abeto ve extinguirse sus ramas en el fuego que le destruye tras consumar el sueño de ser la Navidad; una Reina de las Nieves, olvidada y sola en el reino del más allá, congela el alma de los niños para hacerlos suyos, con tal de que una pizca de amor penetre en su gélido y solitario corazón; una madre llora abrazada ante la lápida de su hijo mientras un ángel se le aparece para contarle que de haber sobrevivido, iba a ser la peor plaga de la existencia; una vendedora de fósforos perece ante el embate de una sociedad que la ignora y asfixia… y así, el soldadito de plomo que arde por el amor de la bailarina de papel y frente a la intriga de otros juguetes, entre tantos y tantos personajes que marcaron el sino de tus letras.

El amor, siempre el amor. Y el fuego como detonante del amor, la pasión, el hechizo por la figura amada hasta el olvido de uno mismo y la entrega ilimitada a ese sentimiento arrollador e indefinible que nos barre el alma de recuerdos y de otras sensaciones que no sean ellas mismas. De todo eso conociste y el desgarramiento de tu alma sensible quedó atrapado en esos cuentos imperecederos.

Te han llamado “El príncipe de los cuentos infantiles” No sé, amigo, si infantiles. Tu literatura no tiene fronteras ni edad. No admite parangones o cortapisas. Epígono de una prédica de la verdad más absoluta, al leerte, alguien como tú, José Martí tiene que haber cambiado su forma de ver el mundo. Él, otro ser abrasado por el furor y la pasión de muchos sentimientos desencontrados, afirmó “Quien lleva luz se queda solo” y por eso mismo debió encontrar en tu obra un caudal enorme de contradicciones y sentimientos dignos de ser tomados en cuenta para su prédica humanista. De hecho, el atreverse a versionar tu cuento “El ruiseñor”, demuestra fehacientemente el hechizo que tu persona produjo en él, contemporáneo tuyo, aunque años más joven y capaz de sacrificar su vida a una causa, como tú…

En tu honor existen premios como el que concede el IBBY y te recuerda cada año en una medalla y está equiparado al Nobel; en tu honor se celebra cada dos de abril tu cumpleaños, llamado Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil y en tu honor aparecen ediciones y ediciones que dan vueltas y revueltas a tu singular e inimitable obra, ten llena de vericuetos, atajos contradictorios y lecturas inquietantes.

Pero solo tú, Hans Christian, podrías decirnos cuál es el premio que más hubieras deseado tener: ¿La posteridad? ¿El éxito? ¿Hermosas ediciones? ¿Viajar por el mundo? ¿Frecuentar tantas cortes y palacios? ¿Ser uno de los autores más publicados? ¿Vale de algo eso? ¿Te dio alegrías? ¿Te dio paz?

Cuando tu ánima se pasea por las calles del Copenhague que te vio crecer como figura literaria y se tropieza con cualquiera de las estatuas que te veneran… ¿en qué piensas, pequeño Hans Christian, Peter Pan siempre incomprendido por los adultos insensibles? ¿Acaso en una nueva historia? ¿O solo piensas en el amor? Esa rara avis que se te escurría entre los dedos y dejaba una insondable sensación de vacío por siempre-jamás…

Me complace imaginarte escuchando las sagas que contabas las abuelas en tu Odense natal y cuando fuiste adolescente, perdiéndote en los misterios de las Mil y una noches árabes, fascinado por esa Sheherezade que amaste tanto al punto de querer ser como ella, un contador de los tiempos modernos. Como la hermosa y amenazada sultana, Hans Christian, debe haberte ido la vida en cuanto escribías…

En las cuatro biografías sobre tu persona que escribiste o en las crónicas de viaje ¿atrapas acaso cada minuto de tu prolífera existencia, tanto en obras como hechos luminosos y oscuros? ¿Cómo aquel personaje de tu cuento, alguna vez te sentiste sombra que ha perdido la esencia de sí, su más cara e íntima razón por darle tu ser a otro?

Hans, eres amado, quizás no por quien más deseaste, pero sí por miles y miles de niños de todas las edades y latitudes. Tus cuentos viajan como sentimientos en las bocas de los contadores y artistas. Tus argumentos inspiran e inspirarán filmes eternamente. Eres amado por quienes como tú encontramos un camino de esperanza y reconciliación con nosotros mismos en la Literatura y a través —o gracias— a ella conjuramos nuestros fantasmas o quimeras…

“Si saliste de un huevo de cisne, poco importa haber nacido en un nido de patos”,escribiste una vez y lo sabes bien, hermoso cisne salvaje. ¿Por qué no entendiste nunca, enamorado impenitente del amor?, que este es también como un cisne y que al decir del poeta cubano Luis Rogelio Nogueras “Para ser tuyo tendría que morir”. Y que al amor, como al cisne salvaje, hay que “amarlo libre” y hasta “amar el modo en que ignora que tú existes…”

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