Enrique Pérez Díaz

Enrique Pérez Díaz
(La Habana, 1958). Este polifacético creador ha abordado la literatura para niños desde todas las perspectivas. Como ensayista, su obra ha sido publicada en los principales medios impresos de su patria, Colombia, Argentina y México. Conferenciante, ha recorrido Europa y América, en muchas ocasiones también como cuentacuentos. Aunque sus cuentos y poemas para niños transcurren en el mundo de hoy, Enrique siempre apuesta por la imaginación y la fantasía. Posibilitador de imposibles, sus muchos libros describen el poder que las hadas otorgaron a este isleño para convertir la tierra firme en un mundo dúctil de sueños. Es director de la Editorial Gente Nueva. Vive en La Habana. (María García Esperón)

Los que escriben para niños...

Los que escriben para niños...
Entrevistas de Enrique Pérez Díaz a autores de LIJ. Columna en Cubarte

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En Barcelona mayo 2018

Tienda de búhos
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Callejeando

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Frente a Catedral con mujer estatua
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En el bosque de las hadas

Entrevista a Antonio Orlando Rodríguez

Antonio Orlando Rodríguez

Fuente: CUBARTE

Antonio Orlando Rodríguez: La infancia no es ese mundo idílico que algunos creen recordar 

Por Enrique Pérez Díaz  CUBARTE 19.01.2016

 Una de las primeras personas que me abrió las puertas del mundo de los libros para niños en Cuba fue Antonio Orlando Rodríguez (1). Recuerdo que en la dedicatoria a mí de uno de sus libros escribió: “Para Enrique, un periodista que es un caso raro. Le gusta la literatura infantil”. Poco a poco nos fuimos acercando y me llevó a conocer a otros colegas del gremio de aquel entonces que luego se me fueron haciendo más próximos. Por aquella época, al igual que tantos, Antonio Orlando padecía de la ineditez congénita de muchos autores, cuyos premios se demoraban en ver la luz. Luego, fue publicando su obra y con los años se convirtió en uno de los más serios investigadores del LIJ del continente americano: creador de revistas, sitios web, colecciones, proyectos para fomentar la lectura. Hoy por hoy, el autor galardonado con el Premio Planeta, hace caso omiso a esta fama y sigue pensando en la infancia, fomentando cualquier tipo de iniciativa que promueva al libro para niños y jóvenes. Tras muchos años sin vernos, salvo en un par de ocasiones, y con la experiencia de este tiempo, le hago hoy una entrevista proyectada hace más de dos décadas y aplazada por esos azares de la vida y el tiempo, pero como bien se dice: nunca es tarde, si la dicha es buena…

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Sin era y jamás: te espero en mi sueño, reseña de Anabel Sáiz Ripoll


Fuente: Voces de las dos orillas


"Sin era y jamás": "...te espero en mi sueño".


Por Anabel Sáiz Ripoll



Sin era y jamás,
María García Esperón -Enrique Pérez Díaz
ilustraciones Dagoberto Fuetes,
Enlace Editorial, Colombia, 2015 (El Tren Dorado)

Si no soy el antes ni soy el nunca, soy el ahora y el siempre. Es, precisamente,  el mensaje que se percibe en el título de este poemario, escrito a cuatro manos, que evoca historias de amor que puede que nunca hayan sucedido o puede que se estén celebrando ahora mismo o quizá casi vayan a florecer, justo en el momento en que el lector abra el libro y empiece a leer. Será entonces cuando Sin era y jamás adquiera el significado atemporal que le han querido imprimir sus autores.
A lo largo de 15 poemas, de aire modernista, algunos; evocador otros; mágico y sensual muchos, y legendario, otros, se van desgranando nuevas-viejas historias de amor. Los protagonistas son seres de la memoria, de la infancia, del corazón, del lugar donde siguen habitando los sueños. Son príncipes, princesas, dragones y unicornios. Los sentimientos son de nostalgia, de anhelos compartidos, de búsquedas, de certezas a medias. Los caminos son hacia dentro, hacia uno mismo porque, en realidad, la búsqueda del ser humano, la magia, el hechizo y la evocación le conduce, siempre e inexorablemente, hacia su propia esencia.
Como leemos en el poema inagural todos, sin exclusión, "somos viajeros de un mismo verso" y, en ese viaje, nos iremos encontrando y separando porque "[..] ¿qué es la distancia? / para el que viaja desde el jamás / para el que encuentra en un mismo  verso / todo el misterio y el ser de amar". 
Las historias nos envuelven con su atmósfera tenue y rumorosa. "La princesa Anhelo y el príncipe Esquivo" que desean encontrarse, pero son incapaces de hacerlo porque Esquivo no tiene respuestas y Anhelo sigue haciendo preguntas y esperando, esperando. El sueño se posa en los versos del poemario y no impide que, por ejemplo, un unicornio se enamore de una princesa y, al fin, queden los dos inmortalizados en un tapiz que, con el título "La dama y el unicornio", sigue hechizando, desde el S. XV, a todo el que lo contempla. "El príncipe Hielo" vive en una paradoja porque nota que algo le está pasando, aunque le cuesta descubrir que se ha enamorado de un rayo de sol. "La princesa Suspiro", tan parecida a la de Rubén Darío, sigue soñando y aguardando un destino que no llega porque ella misma lo rechaza. "El príncipe Sueño" sitúa al príncipe en el lugar de la princesa, de la Bella Durmiente, y le hace vivir un sueño, a la manera de Segismundo, mientras la princesa trata de despertarlo con un beso de amor para, oh prodigio, acabar soñando juntos los dos. "El Castillo de mis sueños" muestra que, después de tantos deseos de elementos materiales, lo que importa es la esencia y ese "comenzar otra vez...".
 Algo parecido le sucede a la "Princesa viajera" que busca un amor ideal que solo halla, como Bécquer, en los viajes que hace a sus sueños. De nuevo la paradoja en "Destino y Origen" condenados a no encontrarse nunca, "El hada infinito", mientras, sigue su camino y su labor que nunca se acaba porque todo es un eterno retorno. En "Barcarola", al príncipe hechizado, se le pide algo imposible, vista su trayectoria. "no mueras de amor". Y enlazando con este poema, "Vals" se convierte en nostalgia, en ausencia, en siempre errar, en recuerdo y en infinito, en no ser jamás.  En "Amanezco", se reúnen todos los anhelos de los que se hablan en los poemas porque "Amanezco a un día nuevo / en la torre de mis sueños / y nada importa si tardas, / cautivo, te espero en mi sueño...". Los dos últimos poemas "La princesa dorada" y "Un dragón blanco" siguen hablando de los sueños, de los encuentros imposibles, de los contrastes y, por supuesto, de la búsqueda del amor.
Entre gobelinos, almenas, castillos de cuento, suspiros y anhelos, los poemas de Sin era y jamás nos van sumergiendo en las eternas quimeras del ser humano, en los imposibles, en los misterios, en los secretos y en los sueños.
Y, mientras, Dagoberto Fuetes tiene la misión de ilustrar el poemario y lo hace escogiendo algunos de los personajes más importantes para inmortalizarlos en el momento en que está al punto de cambiar sus vidas porque acaban de descubrir esa sacudida brutal que es el amor.
Es difícil escribir de forma conjunta y, con seguridad, los dos autores han tenido que hacer un esfuerzo importante para aunar sentimientos y acortar distancias.
Entre versos de artes mayor, asonancias, comparaciones, adjetivos rutilantes, metáforas, paralelismos, cadencias, sones y ritmos muy marcados, los versos de Sin era y jamás van fluyendo como fluye el agua de un río en la mar, como fluyen las propias vidas.

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La edición cubana de Bushido


Hoy presentamos la edición cubana de Bushido. Fue muy lindo porque no llevé
nada preparado y conversé con el público. Incluso una vendedora entró al
espacio de la presentación y habló, sobre todo cuando yo dije que no
imaginaba que era más increíble si la llegada a la Habana de un samurái
medieval con dos geishas, el renacimiento de los leones o el recital de Maná
en el Karl Marx. Ella dijo que lo de Maná y todo el mundo rió mucho. Creo
que todos la pasaron bien y la presentación del libro de mi amigo poeta
David L. Ximeno fue muy emotiva también.
Enrique Pérez Díaz







De Bogotá a Chía: Cuando conversas con la mar




Tuve el gusto de conocer a la brillante promotora de Enlace Editorial Paola Vargas, con quien atravesé Bogotá para llegar a la hermosa Chia, largo trayecto amenizado con una conversación en la que la joven originaria de Socha, en el departamento de Boyacá me narró evocadoras leyendas colombianas al tiempo que comentábamos todo lo que nos gusta la obra de Enrique Pérez Díaz. Cuando conversas con la mar... Y claro... selfie!



Hechizo



A MGE en su cumple
del Mago Emrys Alexander
7 de agosto 2015


De Luna y Sol,
tiempo y misterio
ola que viene y se va,
desvistiendo los recuerdos.
Alejandría se hunde,
entre los vahos del sueño,
pero aquí sus magos reviven
conquistando el universo.
Hechizo del Ying y el Yang,
de galeras por el Nilo,
en busca del sueño antiguo
de los atlantes sumergidos.
Somos, fuimos y seremos,
de los dioses el hechizo,
su capricho, su quimera,
el tablero de su risa y de
su llanto derramado
entre mil gotas y suspiros,
infinito y más allá,
pergaminos y papiros.
Y en la era que se inicia
no seremos sino hechizo,
barca tú, quizá yo el remo,
ola yo, quizás tú el viento.
Ambos iremos navegando
en la ola dorada de Alejandro
tejiendo uno y mil hechizos,
de Ariadne los hilos y del destino


La ronda de los suspiros en Sábado del Libro, CUBA LITERARIA


Fuente: Cuba Literaria

Galardonado con el Premio La Edad de Oro 2014 en el género Literatura Preescolar, el libro-álbum La ronda de los suspiros, del escritor José Manuel Espino y con ilustraciones de Abdel de la Campa Escaig, fue la propuesta que la Editorial Gente Nueva presentó en el más reciente Sábado del Libro.

José Manuel Espino (Colón, Matanzas, 1966) es, al decir de Enrique Pérez Díaz en sus palabras de presentación del volumen, una voz indiscutible de la poesía cubana contemporánea dirigida a las primeras edades, al tiempo que incursiona en la narrativa y el teatro. Numerosos galardones avalan su extensa obra publicada, entre la que destacan los títulos: El cartero llama tres veces (Premio Ismaelillo de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba); Laberinto; El libro de Nunca-Jamás, y Alí Babá y las 40 ilusiones, que se alzaron igualmente con el Premio La Edad de Oro. Otros lauros en su haber son los premios La Rosa Blanca, por Barco de Sueños y Magia blanca.




En La ronda de los suspiros, según comentó Pérez Díaz, Espino cuenta en versos la historia de un niño pequeño que escapa de su casa detrás del amor; y a la manera del cuento típico tradicional, pero sin utilizar su lenguaje popular, sino más bien lo secuencial, va recorriendo diferentes predios en busca de un amor del que no tiene certeza de cómo es, pero que siente necesario para su devenir. Se puede apreciar en este sencillo poemario, apuntó, una musicalidad inmanente en cada estrofa y una cubanía no forzada, sino implícita, que se respira como mismo fluye ese paisaje que a sus ojos toma una mágica dimensión y hace crecer al niño en el descubrimiento de la belleza del mundo.

Por su parte, Espino confesó que publicar en Cuba un libro-álbum —entre los destinados para la infancia es uno de los más demandados mundialmente— siempre es un reto, pues nos falta experiencia en su realización y conciencia de cuál es la diferencia entre un libro ilustrado y este, que tiene un concepto propio, donde lo visual goza de tanta importancia como el texto. Resaltó asimismo la labor de Abdel de la Campa como autor de las catorce ilustraciones desplegadas a doble página, quien logró imprimirle a su labor códigos contemporáneos de asumir lo bello, y de integrar perfectamente las artes plásticas y la literatura.

En estos tiempos, cuando la imagen ha tomado un lugar tan preponderante, para los niños cubanos La ronda de los suspiros significa acceder a un libro hermoso, sin dudas, y didáctico, de uno de los más reconocidos escritores de la literatura infanto-juvenil en nuestro país.



Algo de magia: One Lovely Blog



A propósito de nominar Algo de Magia en la lista One Lovely Blog, Enrique Pérez Díaz ha tenido la gentileza de responder a las preguntas que le hago. Este blog lo confeccionamos ambos entre sueños y amistad, de Cuba hacia México. (MGE)


¿Cómo nació tu blog?
Gracias a la magia y solidaridad de un hada menta que es mi amiga.

¿En qué te inspiraste para darle ese título?
Nos inspiramos en un poema del mismo nombre, tomado de mi libro Versos al nunca jamás, de Anaya.

¿Quién o quienes piensas que están "del otro lado" de tu blog, o sea los lectores?
El lector es como mi otro yo, una proyección de mi vida, de mi obra, el que recibe y a la vez motiva lo que escribo.

¿Han afectado las redes sociales la vida de tu blog? ¿Cómo?
No tengo como medir eso.

¿En qué momento de tu vida nació tu vocación literaria/artística?
Podría decir que desde niño, pero en realidad fue en la adolescencia, a los 16 años, cuando tenía un grupo de amigos y hacíamos teatro.

¿Qué tipo de música te gusta?
LA MUSICA TODA. Una y múltiple a la vez…

¿Quién es tu escritor o escritora favorit@? ¿Tu pintor o pintora favorit@?
Aunque sigo la obra de muchos autores, en general eso depende de momentos, estados de ánimo, etc.

¿Cuál es el libro que más has releído en tu vida?
En realidad releo pocos libros, pues mi afán de descubrimiento me lleva siempre a buscar lo nuevo.

¿Tu personaje preferido de la Historia?
El Mago Merlín.

¿Tu personaje preferido de la Fantasía?
Peter Pan.

En tiempos en que muchos piensan que los blogs se han convertido en archivos -frente
al dinamismo de las redes sociales- ¿por qué crees que es importante continuar haciendo el tuyo?
Es una forma de comunicar con el público que sigue la poesía, de una manera más personalizada e íntima que a través de las redes sociales.

Sin era y jamás en el Día de la Literatura Infantil y Juvenil



Soy una página abierta y un corazón extendido.
Soy una alfombra de sueños y el camino que andarás.
Cada historia que me invento te sueña en una aventura.
Cada amor que me dibujo es tu sombra y mi cobija.
Es un sol, un horizonte, un misterio, un ojalá.
Es el siempre de los tiempos, el entonces de los cuentos.
El castillo de tus sueños, el Salón de la Verdad.
Sin era y jamás esta historia que me cuenta y tú descubres.
Soy tu libro. Soy y Era. Infinito y más allá.

Enrique Pérez Díaz y María García Esperón
2 de abril de 2015
Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil



Una princesa viajera



Para María de su mago Emrys

Una princesa viajera,
sentada en la barca del tiempo,
un pergamino en las manos
y su amor en el aliento.

Una viajera infinita,
sin fronteras ni lamentos,
mirada buscando horizontes,
palabras que brindan contento.

Una viajera de luz,
enhebrando el argumento:
pasión que mueve mundos
desde el sueño y hasta el viento.

Una viajera hechizada
por discos que dibuja el cielo,
amiga del mago Emrys
y el oráculo de Delfos.

Una princesa viajera
con el amor de bandera,
la risa bailando en sus ojos
de Dido, Celene o hada Primavera.

Una viajera del sueño,
que es antiguo y siempre nuevo,
no importa que fenicios o aztecas
si mayas o hijos de Homero.

Una viajera hechizada
por una historia de amor,
fuerza que mueve el mundo,
y el sentir del corazón…




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Literatura para niños y jóvenes ¿la oveja negra? (Cuba Contemporánea)

Fuente: Cuba Contemporánea

Foto: Enrique Pérez Díaz en Bolonia. Marzo 2014

Por Lorena Sánchez

16 Sep 2014 - 10:05am 


Cuando en 1997 el fenómeno editorial conocido como la Pottermanía –en referencia a los sucesos que circundaron la publicación de la saga del joven mago británico, sustentados además por una fuerte industria cultural– apenas comenzaba a notarse en el corpus de la literatura para niños y jóvenes a nivel mundial, muchos de los cubanos comprendidos en esas edades iniciaban, con lo que en su momento sería la heptalogía de J.K. Rowling, su camino por la lectura.

Mientras, para el año 2003 aparecía en el campo literario insular El diablo ilustrado, una suerte de bestseller cubano que –salvando las distancias– provocaba en los jóvenes lectores de nuestro contexto un fenómeno similar al de Harry Potter, en la medida en que los volúmenes se agotaban en las librerías del país y las endemoniadas colas en La Cabaña no tenían para cuando acabar.

Estas circunstancias, sin embargo, difícilmente se han repetido, salvo en la presentación durante la Feria del Libro de La Habana en el año 2011 de El hombre que amaba a los perros, del escritor y periodista cubano Leonardo Padura.

Si bien la literatura para niños y jóvenes en Cuba desde los años 70 hasta la fecha ha evolucionado en tanto es más comprometida con las problemáticas de la infancia, más cercana a la realidad sin desdeñar del todo lo mágico o fantástico, lo cierto es que las condiciones del sistema editorial cubano no propician fenómenos como los anteriores, los cuales de alguna manera enriquecen el campo cultural, pues el lector actual está espoleado por otras motivaciones e inquietudes que no son las de un tiempo atrás.

Para finales de los 90, este tipo de producción en el mundo estuvo marcada por lo que comercialmente se denominó el “boom de los temas difíciles”, los cuales fueron motivados por la concepción de los niños y las niñas que promueve la Convención: seres humanos con derechos al interés superior y a la participación. Tendencia de la cual Cuba no estuvo ajena.

Unido a ello –explica Denise Ocampo, investigadora del Instituto de Literatura y Lingüística–, la tendencia a escribir sobre las penurias del período especial, problemas de los cuales los más pequeños no estuvieron exentos, influyó en que las comunidades de escritores en la Isla asimilaran dentro de sus lógicas autorales temáticas relacionadas con algunas zonas dolorosas de la realidad.

Denise Ocampo, quien realiza una investigación sobre cómo se manifiesta la carencia material y la desigualdad social en la narrativa para niños publicada en Cuba por autores que radican dentro y fuera del país, indica que si bien en el período de 1958 a 1998 existen “un montón de obras en el estante vacío” –pues las preocupaciones en torno a estas temáticas no habían sido plasmadas o no se han podido encontrar obras que lo certifiquen–, a partir de ese último año la pobreza y la desigualdad social comenzaron a impregnar de algún modo la producción literaria dirigida a ese segmento.

De esta manera afloran obras como Cartas al cielo (1998), de Teresa Cárdenas; Lo que sabe Alejandro (2003), de Andrés Pi Abreu, y El mar no tiene color (2012), de Enrique Pérez Díaz, por solo citar algunos ejemplos.

En la literatura cubana actual para niños y jóvenes coexisten las historias tradicionales con las contextualizadas, con las intertextuales hacia figuras del canon literario o cinematográfico mundial. Según Enrique Pérez Díaz, escritor y director de Gente Nueva, “los autores se han ido abanderando en los temas difíciles otrora proscriptos, como pueden ser la muerte, la orfandad, las familias disfuncionales, el racismo, la emigración, la intolerancia hacia lo distinto que es temido, la guerra –no mundial ni planetaria o galáctica– sino del día a día.

“De una literatura aniñada, conservadora, antropomorfista y animista, se evolucionó más hacia el sujeto niño, pero no siempre se logra la adecuada comunicación, porque a veces esta literatura se resiente de ser poco literaria y muy temática, circunstancial”, sostiene.

¿El mundo al revés?


La literatura para niños y jóvenes como institución tiene un problema serio de estatus, en el sentido de que es menos reconocida que la que se concibe para adultos, aun cuando con el paso de los años se ha producido una apertura hacia lo lúdico y estético, y la producción de libros para esos segmentos es una prioridad dentro de la política cultural del país.

Las editoriales tienen en plan publicar cien libros, comenta Denise Ocampo, pero se mira con cierta suspicacia o menosprecio a este tipo de literatura. “Ello se vislumbra cuando leemos entrevistas a los autores. Podemos apostar a que siempre está la pregunta de por qué escribe para niños y cuándo lo hará para los adultos”, subraya.

En Cuba abunda la narrativa y poesía para niños, mientras que en menor medida se desarrolla el teatro y las historietas. Pero esta producción para los adolescentes es mínima.

De acuerdo con El consumo cultural y sus prácticas en Cuba (2010), investigación de un colectivo de autores del Centro Juan Marinello, solo el 78,4% de los jóvenes acostumbra a leer habitualmente y entre los géneros predominantes se destacan las novelas de aventuras (56,7%). No obstante, según los expertos, en Cuba apenas se escriben o publican novelas, sino más bien noveletas. Así, quienes encontraron un disfrute en las “obras de gran aliento” de la literatura universal no tienen una contraparte en la producción nacional, circunstancia que incide –entre otros factores–en el desconocimiento de los lectores de nuestra producción contemporánea.

El desconocimiento viene aparejado, además, a la dispersión en los centros de emisores de este tipo de literatura en la Isla –en cada provincia existen editoriales territoriales, cuyas producciones apenas circulan por el país. Para Rubén Rodríguez, escritor y periodista holguinero, la promoción también es un factor indispensable, pues no se entiende como un sistema de acciones encadenadas para lograr un propósito.

Actualmente, explica, se reeditan clásicos de la literatura universal y cubana, así como autores contemporáneos. La política editorial de casas como Gente Nueva es bastante amplia e inclusiva, al menos con los creadores cubanos y una zona no comercial de la literatura para niños y jóvenes que se cultiva en el mundo. También con clásicos menos conocidos o autores contemporáneos que escaparon históricamente de las políticas editoriales acerca de qué debía o no leer el público cubano. Sin embargo, “en cualquiera de los casos es insuficiente la publicación de libros si tenemos en cuenta la amplitud de los apartados”, señala.

En las circunstancias actuales, no obstante, se trabaja por satisfacer a los autores que presentan obras decorosas (publicables) a las editoriales, pero muchas de las casas editoras ni siquiera conocen bien a los creadores que editan, no los siguen en todas sus ediciones con otras casas o en el extranjero, ni se dedican a valorar su obra inédita de manera sistemática e integral.

Al respecto, Enrique Pérez Díaz asegura que al no existir un centro de investigación y/o documentación de la literatura para niños y jóvenes, y estar algo desactualizadas las bibliotecas –no solo en libros sino en capital humano conocedor– pues los editores simplemente escogen aquello que les parece más publicable o menos problemático o, simplemente, lo que encuentran adecuado según el gusto de sus consejos asesores.

“Todavía no se estudia de manera crítica e integral la producción anual de las editoriales que dan a la luz libros para niños y jóvenes”, comenta. “Descontando que aún hay mucha obra inédita (y de calidad) por publicar. Otro tema importante sería si los comerciales de cada editorial llevan el libro a su mejor destino. Por ejemplo, leyendo un informe de ventas de nuestra librería detecté que Los elementos químicos resalta entre los libros menos vendidos del mes de agosto, pero ¿se presentó en algún preuniversitario? En cambio, entre los más vendidos del verano sobresalió –gracias a una inmensa promoción– Todos mis cuentos, de Ivette Vian, que hace dos años tuvo una venta más lenta”.

Para contrarrestar esta situación, la editorial Gente Nueva aboga porque los editores se hagan responsables de colecciones, que tengan un sentido de continuidad de las obras y autores que publican. Así, existen Pétalo, de poesía para jóvenes, y Trébol, para niños; Canta conmigo, de álbumes para colorear con canciones de la tradición; Ámbar, de ciencia-ficción y fantasía; Veintiuno, de narrativa contemporánea cubana y extranjera, entre otras.

En disímiles latitudes, las editoriales –urgidas por vender para subsistir– trabajan más en función de satisfacer las demandas, razón por la cual muchos volúmenes cuentan con un buen argumento, puntos de vista cinematográficos, elementos cotidianos, tensión, misterio, retos para el crecimiento del lector, quien en el contexto cubano tiene un gran desfasaje con los que se publica en el exterior.

Aun cuando en la colección Veintiuno, novedosa en su forma y contenido, se alternan desde un autor de provincia hasta un premio Hans Christian Andersen (el llamado Nobel de la literatura para niños y jóvenes), desde un autor que hace humor en sus textos como la italiana Bianca Pitzorno, hasta un joven como Maikel García Calviño que, con su novela El enigma de la rosa de marfil, entrega una apasionante historia de misterio donde se hace un recorrido artístico por el patrimonio cubano.

“El desfasaje intelectual –insiste Pérez Díaz– influye también en los autores, pues en ocasiones, por desinformación y pocas lecturas, creen haber innovado o descubierto lo último en su libro. Cuando verdaderamente hacía ya mucho tiempo que alguien había tocado esa historia o esa manera de escribir. De modo que en Gente Nueva, desde el 2007 tratamos de publicar también para los autores. Además, una de las estrategias que se potencian en la actualidad es la creación de un grupo de librerías especializadas como El Cochero Azul, que orienten al lector y le ofrezcan el abanico de opciones que hoy se editan”.

Rubén Rodríguez, por su parte, advierte que existen otros títulos o temáticas que no tienen cabida en nuestro contexto por lo referente a los derechos de autor. “Ni hablar de los bestsellers vedados al modesto presupuesto con que cuentan nuestras editoriales para negociar publicaciones. Una parte de los autores contemporáneos que se publican actualmente se debe a la “filantrópica” o “solidaria” cesión de derechos, aunque la democratización tecnológica y bibliotecas virtuales permiten tener acceso a estos materiales que de otro modo no podríamos consumir. En cualquier caso, no se publica todo lo que el lector busca”, concluye.

La lectura, el e-book y los desafíos ante “el nativo digital”


Existe en el campo literario cubano un problema que atraviesa la producción. Si bien el escritor crea el corpus en torno al cual tienen lugar el resto de los procesos –edición, impresión, promoción, comercialización y consumo–, en esta cadena hay un sentido que se pierde. La lectura, unido a todo cuanto sucede con la recepción del lector, es un ciclo vulnerable donde abunda el desconocimiento, incluso, en actores que pueden desarrollar los hábitos del consumo de la literatura.

Los libros para niños y jóvenes son posiblemente los más comercializados en el país y lo seguirán siendo. Mientras, paradójicamente –en palabras de Denise Ocampo–, seguirán sin ser leídos, porque muchos actores sociales no se reconocen como promotores de lectura, tal es el caso del bibliotecario, el librero y los padres.

“Estos últimos salen de la Feria con jabas de libros, muchos de los cuales nunca cumplen el objetivo para el que fueron creados. Los padres deben incentivar la lectura en casa, pero no esperar que los niños arranquen solos a leer y más hoy ante las distintas mediaciones tecnológicas que pueden impregnar la vida de los lectores más jóvenes”, comenta.

Ante tales desafíos las editoriales cubanas buscan alternativas y por primera vez piensan en crear formatos y colecciones que se acerquen más a lo que busca el público, lo cual –según Enrique Pérez Díaz– no siempre es posible de satisfacer debido a la materia prima disponible y los insumos cada vez más costosos.

De esta manera, desde hace dos años el e-book supone una puerta por donde se fugan muchas de las soluciones, las cuales no solo se circunscriben al libro electrónico, sino además al audio-libro, la multimedia y otros soportes.

En el caso de Gente Nueva, asegura su director, desde hace tres años tiene parte de su fondo histórico adaptado al formato de los e-book y lo comercializa en la plataforma de Ruth Tienda a través de Ediciones Cubanas. “En medio de nuestras dificultades para producir, el libro digital es una opción de preferencia pues abarata los costos y ofrece unas infinitas posibilidades de comercialización, desde luego, acompañado de una fuerte promoción”, concluye.




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Soñadora de quimeras




Quisiera
A María, 
soñadora de quimeras, 
en su media rueda, 
agosto 7, 2014

Yo quisiera ser el sueño
que alimentes cada noche,
un Sol pleno y solitario,
misterioso e inacabado.

Yo quisiera ser la brisa
que te despeina el desvelo,
brisa fresca, milenaria,
que pasee con los tiempos.

Yo quisiera ser la aurora
y hasta el canto que te aliente,
el primer rayo, la caricia
que de besos tu piel cubra.

Yo quisiera ser el mar,
infinito y sin fronteras,
donde pierdas tus ensueños,
cuando bogues tras tu anhelo.

Yo quisiera ser el tiempo
que te vista de quimeras,
de espejismos, de suspiros
y emociones como un río.

Yo quisiera ser el alma
si tú buscas tu refugio,
corazón cálido y rojo,
tu morada en el diluvio.

Yo quisiera ser el sol
que te conmine a la vida,
sol insomne, siempre pleno,
sin eclipses, sin olvidos.

Pero solo soy humano,
confusión y pesadumbre,
corazón que como tú
sufre el amor que no ha sido,
y extraviado entre telones,
frases mudas, besos fríos,
va y cabalga desbocado,
sin encontrar sus caminos,
y amanece cuando es noche
y en el día… se vuelve olvido…

Enrique Pérez Díaz




Sepia es mi amor


Sepia es el color del tiempo pasado que siempre tiende a ser mejor. 
Sepia es el recuerdo y también el trasluz de la esperanza. 
MGE



Sepia es mi amor, es mi recuerdo.

De un desvaído sepia visten hoy mis sentimientos.

Hay olvido, silencio y duda en sepia.

Hay un grande silencio

que me acecha

en cada contorno de mi alma,

desesperada y muda,

porque bien sabe,

desde el sepia más profundo,

que nunca,

jamás,

escuchará esa palabra tuya

tan ansiada como sepia.

En el mar de un sepia

navegan mis sentidos,

extintos de bogar entre olas grises.

En la prisa de un suspiro

que se esconde y me cabalga,

guardo un sepia recuerdo de aquello que no ha sido,

quimeras vanas como un sueño sepia,

mientras tú, ausente y tan cercanamente lejos,

te cubres de silencios cuando yo,

desde el trasluz de la esperanza,

anhelo vestirme del olvido…



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Barcarola para Enrique Pérez Díaz, en su cumpleaños


Para Enrique Pérez Díaz, en su cumpleaños. MGE



(Sobre una tarde en una fotografía)

Príncipe Hechizado
que estás en Venecia:
góndolas y máscaras
y una luna quieta.

Dejaste tu historia
en aquel castillo
y en el viejo puente
te besó un suspiro.

Un suspiro hermoso
color de leyenda
eran tus amores
era tu quimera.

El agua se marcha
llevándose al sol.
Príncipe Hechizado
no mueras de amor.

Déjame cantarte
esta barcarola
con la melodía
que saben las olas.

Déjame soñarte
en el viejo puente
en aquella tarde
de Venecia y siempre.

Príncipe Hechizado
de rayos de Sol
si vas a Venecia
no mueras de amor.

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