Enrique Pérez Díaz

(La Habana, 1958). Este polifacético creador ha abordado la literatura para niños desde todas las perspectivas. Como ensayista, su obra ha sido publicada en los principales medios impresos de su patria, Colombia, Argentina y México. Conferenciante, ha recorrido Europa y América, en muchas ocasiones también como cuentacuentos. Aunque sus cuentos y poemas para niños transcurren en el mundo de hoy, Enrique siempre apuesta por la imaginación y la fantasía. Posibilitador de imposibles, sus muchos libros describen el poder que las hadas otorgaron a este isleño para convertir la tierra firme en un mundo dúctil de sueños. Es director de la Editorial Gente Nueva. Vive en La Habana. (María García Esperón)
Los que escriben para niños...
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Literatura para niños y jóvenes ¿la oveja negra? (Cuba Contemporánea)
Fuente: Cuba Contemporánea
Por Lorena Sánchez
16 Sep 2014 - 10:05am
Cuando en 1997 el fenómeno editorial conocido como la Pottermanía –en referencia a los sucesos que circundaron la publicación de la saga del joven mago británico, sustentados además por una fuerte industria cultural– apenas comenzaba a notarse en el corpus de la literatura para niños y jóvenes a nivel mundial, muchos de los cubanos comprendidos en esas edades iniciaban, con lo que en su momento sería la heptalogía de J.K. Rowling, su camino por la lectura.
Mientras, para el año 2003 aparecía en el campo literario insular El diablo ilustrado, una suerte de bestseller cubano que –salvando las distancias– provocaba en los jóvenes lectores de nuestro contexto un fenómeno similar al de Harry Potter, en la medida en que los volúmenes se agotaban en las librerías del país y las endemoniadas colas en La Cabaña no tenían para cuando acabar.
Estas circunstancias, sin embargo, difícilmente se han repetido, salvo en la presentación durante la Feria del Libro de La Habana en el año 2011 de El hombre que amaba a los perros, del escritor y periodista cubano Leonardo Padura.
Si bien la literatura para niños y jóvenes en Cuba desde los años 70 hasta la fecha ha evolucionado en tanto es más comprometida con las problemáticas de la infancia, más cercana a la realidad sin desdeñar del todo lo mágico o fantástico, lo cierto es que las condiciones del sistema editorial cubano no propician fenómenos como los anteriores, los cuales de alguna manera enriquecen el campo cultural, pues el lector actual está espoleado por otras motivaciones e inquietudes que no son las de un tiempo atrás.
Para finales de los 90, este tipo de producción en el mundo estuvo marcada por lo que comercialmente se denominó el “boom de los temas difíciles”, los cuales fueron motivados por la concepción de los niños y las niñas que promueve la Convención: seres humanos con derechos al interés superior y a la participación. Tendencia de la cual Cuba no estuvo ajena.
Unido a ello –explica Denise Ocampo, investigadora del Instituto de Literatura y Lingüística–, la tendencia a escribir sobre las penurias del período especial, problemas de los cuales los más pequeños no estuvieron exentos, influyó en que las comunidades de escritores en la Isla asimilaran dentro de sus lógicas autorales temáticas relacionadas con algunas zonas dolorosas de la realidad.
Denise Ocampo, quien realiza una investigación sobre cómo se manifiesta la carencia material y la desigualdad social en la narrativa para niños publicada en Cuba por autores que radican dentro y fuera del país, indica que si bien en el período de 1958 a 1998 existen “un montón de obras en el estante vacío” –pues las preocupaciones en torno a estas temáticas no habían sido plasmadas o no se han podido encontrar obras que lo certifiquen–, a partir de ese último año la pobreza y la desigualdad social comenzaron a impregnar de algún modo la producción literaria dirigida a ese segmento.
De esta manera afloran obras como Cartas al cielo (1998), de Teresa Cárdenas; Lo que sabe Alejandro (2003), de Andrés Pi Abreu, y El mar no tiene color (2012), de Enrique Pérez Díaz, por solo citar algunos ejemplos.
En la literatura cubana actual para niños y jóvenes coexisten las historias tradicionales con las contextualizadas, con las intertextuales hacia figuras del canon literario o cinematográfico mundial. Según Enrique Pérez Díaz, escritor y director de Gente Nueva, “los autores se han ido abanderando en los temas difíciles otrora proscriptos, como pueden ser la muerte, la orfandad, las familias disfuncionales, el racismo, la emigración, la intolerancia hacia lo distinto que es temido, la guerra –no mundial ni planetaria o galáctica– sino del día a día.
“De una literatura aniñada, conservadora, antropomorfista y animista, se evolucionó más hacia el sujeto niño, pero no siempre se logra la adecuada comunicación, porque a veces esta literatura se resiente de ser poco literaria y muy temática, circunstancial”, sostiene.
¿El mundo al revés?
La literatura para niños y jóvenes como institución tiene un problema serio de estatus, en el sentido de que es menos reconocida que la que se concibe para adultos, aun cuando con el paso de los años se ha producido una apertura hacia lo lúdico y estético, y la producción de libros para esos segmentos es una prioridad dentro de la política cultural del país.
Las editoriales tienen en plan publicar cien libros, comenta Denise Ocampo, pero se mira con cierta suspicacia o menosprecio a este tipo de literatura. “Ello se vislumbra cuando leemos entrevistas a los autores. Podemos apostar a que siempre está la pregunta de por qué escribe para niños y cuándo lo hará para los adultos”, subraya.
En Cuba abunda la narrativa y poesía para niños, mientras que en menor medida se desarrolla el teatro y las historietas. Pero esta producción para los adolescentes es mínima.
De acuerdo con El consumo cultural y sus prácticas en Cuba (2010), investigación de un colectivo de autores del Centro Juan Marinello, solo el 78,4% de los jóvenes acostumbra a leer habitualmente y entre los géneros predominantes se destacan las novelas de aventuras (56,7%). No obstante, según los expertos, en Cuba apenas se escriben o publican novelas, sino más bien noveletas. Así, quienes encontraron un disfrute en las “obras de gran aliento” de la literatura universal no tienen una contraparte en la producción nacional, circunstancia que incide –entre otros factores–en el desconocimiento de los lectores de nuestra producción contemporánea.
El desconocimiento viene aparejado, además, a la dispersión en los centros de emisores de este tipo de literatura en la Isla –en cada provincia existen editoriales territoriales, cuyas producciones apenas circulan por el país. Para Rubén Rodríguez, escritor y periodista holguinero, la promoción también es un factor indispensable, pues no se entiende como un sistema de acciones encadenadas para lograr un propósito.
Actualmente, explica, se reeditan clásicos de la literatura universal y cubana, así como autores contemporáneos. La política editorial de casas como Gente Nueva es bastante amplia e inclusiva, al menos con los creadores cubanos y una zona no comercial de la literatura para niños y jóvenes que se cultiva en el mundo. También con clásicos menos conocidos o autores contemporáneos que escaparon históricamente de las políticas editoriales acerca de qué debía o no leer el público cubano. Sin embargo, “en cualquiera de los casos es insuficiente la publicación de libros si tenemos en cuenta la amplitud de los apartados”, señala.
En las circunstancias actuales, no obstante, se trabaja por satisfacer a los autores que presentan obras decorosas (publicables) a las editoriales, pero muchas de las casas editoras ni siquiera conocen bien a los creadores que editan, no los siguen en todas sus ediciones con otras casas o en el extranjero, ni se dedican a valorar su obra inédita de manera sistemática e integral.
Al respecto, Enrique Pérez Díaz asegura que al no existir un centro de investigación y/o documentación de la literatura para niños y jóvenes, y estar algo desactualizadas las bibliotecas –no solo en libros sino en capital humano conocedor– pues los editores simplemente escogen aquello que les parece más publicable o menos problemático o, simplemente, lo que encuentran adecuado según el gusto de sus consejos asesores.
“Todavía no se estudia de manera crítica e integral la producción anual de las editoriales que dan a la luz libros para niños y jóvenes”, comenta. “Descontando que aún hay mucha obra inédita (y de calidad) por publicar. Otro tema importante sería si los comerciales de cada editorial llevan el libro a su mejor destino. Por ejemplo, leyendo un informe de ventas de nuestra librería detecté que Los elementos químicos resalta entre los libros menos vendidos del mes de agosto, pero ¿se presentó en algún preuniversitario? En cambio, entre los más vendidos del verano sobresalió –gracias a una inmensa promoción– Todos mis cuentos, de Ivette Vian, que hace dos años tuvo una venta más lenta”.
Para contrarrestar esta situación, la editorial Gente Nueva aboga porque los editores se hagan responsables de colecciones, que tengan un sentido de continuidad de las obras y autores que publican. Así, existen Pétalo, de poesía para jóvenes, y Trébol, para niños; Canta conmigo, de álbumes para colorear con canciones de la tradición; Ámbar, de ciencia-ficción y fantasía; Veintiuno, de narrativa contemporánea cubana y extranjera, entre otras.
En disímiles latitudes, las editoriales –urgidas por vender para subsistir– trabajan más en función de satisfacer las demandas, razón por la cual muchos volúmenes cuentan con un buen argumento, puntos de vista cinematográficos, elementos cotidianos, tensión, misterio, retos para el crecimiento del lector, quien en el contexto cubano tiene un gran desfasaje con los que se publica en el exterior.
Aun cuando en la colección Veintiuno, novedosa en su forma y contenido, se alternan desde un autor de provincia hasta un premio Hans Christian Andersen (el llamado Nobel de la literatura para niños y jóvenes), desde un autor que hace humor en sus textos como la italiana Bianca Pitzorno, hasta un joven como Maikel García Calviño que, con su novela El enigma de la rosa de marfil, entrega una apasionante historia de misterio donde se hace un recorrido artístico por el patrimonio cubano.
“El desfasaje intelectual –insiste Pérez Díaz– influye también en los autores, pues en ocasiones, por desinformación y pocas lecturas, creen haber innovado o descubierto lo último en su libro. Cuando verdaderamente hacía ya mucho tiempo que alguien había tocado esa historia o esa manera de escribir. De modo que en Gente Nueva, desde el 2007 tratamos de publicar también para los autores. Además, una de las estrategias que se potencian en la actualidad es la creación de un grupo de librerías especializadas como El Cochero Azul, que orienten al lector y le ofrezcan el abanico de opciones que hoy se editan”.
Rubén Rodríguez, por su parte, advierte que existen otros títulos o temáticas que no tienen cabida en nuestro contexto por lo referente a los derechos de autor. “Ni hablar de los bestsellers vedados al modesto presupuesto con que cuentan nuestras editoriales para negociar publicaciones. Una parte de los autores contemporáneos que se publican actualmente se debe a la “filantrópica” o “solidaria” cesión de derechos, aunque la democratización tecnológica y bibliotecas virtuales permiten tener acceso a estos materiales que de otro modo no podríamos consumir. En cualquier caso, no se publica todo lo que el lector busca”, concluye.
La lectura, el e-book y los desafíos ante “el nativo digital”
Existe en el campo literario cubano un problema que atraviesa la producción. Si bien el escritor crea el corpus en torno al cual tienen lugar el resto de los procesos –edición, impresión, promoción, comercialización y consumo–, en esta cadena hay un sentido que se pierde. La lectura, unido a todo cuanto sucede con la recepción del lector, es un ciclo vulnerable donde abunda el desconocimiento, incluso, en actores que pueden desarrollar los hábitos del consumo de la literatura.
Los libros para niños y jóvenes son posiblemente los más comercializados en el país y lo seguirán siendo. Mientras, paradójicamente –en palabras de Denise Ocampo–, seguirán sin ser leídos, porque muchos actores sociales no se reconocen como promotores de lectura, tal es el caso del bibliotecario, el librero y los padres.
“Estos últimos salen de la Feria con jabas de libros, muchos de los cuales nunca cumplen el objetivo para el que fueron creados. Los padres deben incentivar la lectura en casa, pero no esperar que los niños arranquen solos a leer y más hoy ante las distintas mediaciones tecnológicas que pueden impregnar la vida de los lectores más jóvenes”, comenta.
Ante tales desafíos las editoriales cubanas buscan alternativas y por primera vez piensan en crear formatos y colecciones que se acerquen más a lo que busca el público, lo cual –según Enrique Pérez Díaz– no siempre es posible de satisfacer debido a la materia prima disponible y los insumos cada vez más costosos.
De esta manera, desde hace dos años el e-book supone una puerta por donde se fugan muchas de las soluciones, las cuales no solo se circunscriben al libro electrónico, sino además al audio-libro, la multimedia y otros soportes.
En el caso de Gente Nueva, asegura su director, desde hace tres años tiene parte de su fondo histórico adaptado al formato de los e-book y lo comercializa en la plataforma de Ruth Tienda a través de Ediciones Cubanas. “En medio de nuestras dificultades para producir, el libro digital es una opción de preferencia pues abarata los costos y ofrece unas infinitas posibilidades de comercialización, desde luego, acompañado de una fuerte promoción”, concluye.
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Foto: Enrique Pérez Díaz en Bolonia. Marzo 2014 |
Por Lorena Sánchez
16 Sep 2014 - 10:05am
Cuando en 1997 el fenómeno editorial conocido como la Pottermanía –en referencia a los sucesos que circundaron la publicación de la saga del joven mago británico, sustentados además por una fuerte industria cultural– apenas comenzaba a notarse en el corpus de la literatura para niños y jóvenes a nivel mundial, muchos de los cubanos comprendidos en esas edades iniciaban, con lo que en su momento sería la heptalogía de J.K. Rowling, su camino por la lectura.
Mientras, para el año 2003 aparecía en el campo literario insular El diablo ilustrado, una suerte de bestseller cubano que –salvando las distancias– provocaba en los jóvenes lectores de nuestro contexto un fenómeno similar al de Harry Potter, en la medida en que los volúmenes se agotaban en las librerías del país y las endemoniadas colas en La Cabaña no tenían para cuando acabar.
Estas circunstancias, sin embargo, difícilmente se han repetido, salvo en la presentación durante la Feria del Libro de La Habana en el año 2011 de El hombre que amaba a los perros, del escritor y periodista cubano Leonardo Padura.
Si bien la literatura para niños y jóvenes en Cuba desde los años 70 hasta la fecha ha evolucionado en tanto es más comprometida con las problemáticas de la infancia, más cercana a la realidad sin desdeñar del todo lo mágico o fantástico, lo cierto es que las condiciones del sistema editorial cubano no propician fenómenos como los anteriores, los cuales de alguna manera enriquecen el campo cultural, pues el lector actual está espoleado por otras motivaciones e inquietudes que no son las de un tiempo atrás.
Para finales de los 90, este tipo de producción en el mundo estuvo marcada por lo que comercialmente se denominó el “boom de los temas difíciles”, los cuales fueron motivados por la concepción de los niños y las niñas que promueve la Convención: seres humanos con derechos al interés superior y a la participación. Tendencia de la cual Cuba no estuvo ajena.
Unido a ello –explica Denise Ocampo, investigadora del Instituto de Literatura y Lingüística–, la tendencia a escribir sobre las penurias del período especial, problemas de los cuales los más pequeños no estuvieron exentos, influyó en que las comunidades de escritores en la Isla asimilaran dentro de sus lógicas autorales temáticas relacionadas con algunas zonas dolorosas de la realidad.
Denise Ocampo, quien realiza una investigación sobre cómo se manifiesta la carencia material y la desigualdad social en la narrativa para niños publicada en Cuba por autores que radican dentro y fuera del país, indica que si bien en el período de 1958 a 1998 existen “un montón de obras en el estante vacío” –pues las preocupaciones en torno a estas temáticas no habían sido plasmadas o no se han podido encontrar obras que lo certifiquen–, a partir de ese último año la pobreza y la desigualdad social comenzaron a impregnar de algún modo la producción literaria dirigida a ese segmento.
De esta manera afloran obras como Cartas al cielo (1998), de Teresa Cárdenas; Lo que sabe Alejandro (2003), de Andrés Pi Abreu, y El mar no tiene color (2012), de Enrique Pérez Díaz, por solo citar algunos ejemplos.
En la literatura cubana actual para niños y jóvenes coexisten las historias tradicionales con las contextualizadas, con las intertextuales hacia figuras del canon literario o cinematográfico mundial. Según Enrique Pérez Díaz, escritor y director de Gente Nueva, “los autores se han ido abanderando en los temas difíciles otrora proscriptos, como pueden ser la muerte, la orfandad, las familias disfuncionales, el racismo, la emigración, la intolerancia hacia lo distinto que es temido, la guerra –no mundial ni planetaria o galáctica– sino del día a día.
“De una literatura aniñada, conservadora, antropomorfista y animista, se evolucionó más hacia el sujeto niño, pero no siempre se logra la adecuada comunicación, porque a veces esta literatura se resiente de ser poco literaria y muy temática, circunstancial”, sostiene.
¿El mundo al revés?
La literatura para niños y jóvenes como institución tiene un problema serio de estatus, en el sentido de que es menos reconocida que la que se concibe para adultos, aun cuando con el paso de los años se ha producido una apertura hacia lo lúdico y estético, y la producción de libros para esos segmentos es una prioridad dentro de la política cultural del país.
Las editoriales tienen en plan publicar cien libros, comenta Denise Ocampo, pero se mira con cierta suspicacia o menosprecio a este tipo de literatura. “Ello se vislumbra cuando leemos entrevistas a los autores. Podemos apostar a que siempre está la pregunta de por qué escribe para niños y cuándo lo hará para los adultos”, subraya.
En Cuba abunda la narrativa y poesía para niños, mientras que en menor medida se desarrolla el teatro y las historietas. Pero esta producción para los adolescentes es mínima.
De acuerdo con El consumo cultural y sus prácticas en Cuba (2010), investigación de un colectivo de autores del Centro Juan Marinello, solo el 78,4% de los jóvenes acostumbra a leer habitualmente y entre los géneros predominantes se destacan las novelas de aventuras (56,7%). No obstante, según los expertos, en Cuba apenas se escriben o publican novelas, sino más bien noveletas. Así, quienes encontraron un disfrute en las “obras de gran aliento” de la literatura universal no tienen una contraparte en la producción nacional, circunstancia que incide –entre otros factores–en el desconocimiento de los lectores de nuestra producción contemporánea.
El desconocimiento viene aparejado, además, a la dispersión en los centros de emisores de este tipo de literatura en la Isla –en cada provincia existen editoriales territoriales, cuyas producciones apenas circulan por el país. Para Rubén Rodríguez, escritor y periodista holguinero, la promoción también es un factor indispensable, pues no se entiende como un sistema de acciones encadenadas para lograr un propósito.
Actualmente, explica, se reeditan clásicos de la literatura universal y cubana, así como autores contemporáneos. La política editorial de casas como Gente Nueva es bastante amplia e inclusiva, al menos con los creadores cubanos y una zona no comercial de la literatura para niños y jóvenes que se cultiva en el mundo. También con clásicos menos conocidos o autores contemporáneos que escaparon históricamente de las políticas editoriales acerca de qué debía o no leer el público cubano. Sin embargo, “en cualquiera de los casos es insuficiente la publicación de libros si tenemos en cuenta la amplitud de los apartados”, señala.
En las circunstancias actuales, no obstante, se trabaja por satisfacer a los autores que presentan obras decorosas (publicables) a las editoriales, pero muchas de las casas editoras ni siquiera conocen bien a los creadores que editan, no los siguen en todas sus ediciones con otras casas o en el extranjero, ni se dedican a valorar su obra inédita de manera sistemática e integral.
Al respecto, Enrique Pérez Díaz asegura que al no existir un centro de investigación y/o documentación de la literatura para niños y jóvenes, y estar algo desactualizadas las bibliotecas –no solo en libros sino en capital humano conocedor– pues los editores simplemente escogen aquello que les parece más publicable o menos problemático o, simplemente, lo que encuentran adecuado según el gusto de sus consejos asesores.
“Todavía no se estudia de manera crítica e integral la producción anual de las editoriales que dan a la luz libros para niños y jóvenes”, comenta. “Descontando que aún hay mucha obra inédita (y de calidad) por publicar. Otro tema importante sería si los comerciales de cada editorial llevan el libro a su mejor destino. Por ejemplo, leyendo un informe de ventas de nuestra librería detecté que Los elementos químicos resalta entre los libros menos vendidos del mes de agosto, pero ¿se presentó en algún preuniversitario? En cambio, entre los más vendidos del verano sobresalió –gracias a una inmensa promoción– Todos mis cuentos, de Ivette Vian, que hace dos años tuvo una venta más lenta”.
Para contrarrestar esta situación, la editorial Gente Nueva aboga porque los editores se hagan responsables de colecciones, que tengan un sentido de continuidad de las obras y autores que publican. Así, existen Pétalo, de poesía para jóvenes, y Trébol, para niños; Canta conmigo, de álbumes para colorear con canciones de la tradición; Ámbar, de ciencia-ficción y fantasía; Veintiuno, de narrativa contemporánea cubana y extranjera, entre otras.
En disímiles latitudes, las editoriales –urgidas por vender para subsistir– trabajan más en función de satisfacer las demandas, razón por la cual muchos volúmenes cuentan con un buen argumento, puntos de vista cinematográficos, elementos cotidianos, tensión, misterio, retos para el crecimiento del lector, quien en el contexto cubano tiene un gran desfasaje con los que se publica en el exterior.
Aun cuando en la colección Veintiuno, novedosa en su forma y contenido, se alternan desde un autor de provincia hasta un premio Hans Christian Andersen (el llamado Nobel de la literatura para niños y jóvenes), desde un autor que hace humor en sus textos como la italiana Bianca Pitzorno, hasta un joven como Maikel García Calviño que, con su novela El enigma de la rosa de marfil, entrega una apasionante historia de misterio donde se hace un recorrido artístico por el patrimonio cubano.
“El desfasaje intelectual –insiste Pérez Díaz– influye también en los autores, pues en ocasiones, por desinformación y pocas lecturas, creen haber innovado o descubierto lo último en su libro. Cuando verdaderamente hacía ya mucho tiempo que alguien había tocado esa historia o esa manera de escribir. De modo que en Gente Nueva, desde el 2007 tratamos de publicar también para los autores. Además, una de las estrategias que se potencian en la actualidad es la creación de un grupo de librerías especializadas como El Cochero Azul, que orienten al lector y le ofrezcan el abanico de opciones que hoy se editan”.
Rubén Rodríguez, por su parte, advierte que existen otros títulos o temáticas que no tienen cabida en nuestro contexto por lo referente a los derechos de autor. “Ni hablar de los bestsellers vedados al modesto presupuesto con que cuentan nuestras editoriales para negociar publicaciones. Una parte de los autores contemporáneos que se publican actualmente se debe a la “filantrópica” o “solidaria” cesión de derechos, aunque la democratización tecnológica y bibliotecas virtuales permiten tener acceso a estos materiales que de otro modo no podríamos consumir. En cualquier caso, no se publica todo lo que el lector busca”, concluye.
La lectura, el e-book y los desafíos ante “el nativo digital”
Existe en el campo literario cubano un problema que atraviesa la producción. Si bien el escritor crea el corpus en torno al cual tienen lugar el resto de los procesos –edición, impresión, promoción, comercialización y consumo–, en esta cadena hay un sentido que se pierde. La lectura, unido a todo cuanto sucede con la recepción del lector, es un ciclo vulnerable donde abunda el desconocimiento, incluso, en actores que pueden desarrollar los hábitos del consumo de la literatura.
Los libros para niños y jóvenes son posiblemente los más comercializados en el país y lo seguirán siendo. Mientras, paradójicamente –en palabras de Denise Ocampo–, seguirán sin ser leídos, porque muchos actores sociales no se reconocen como promotores de lectura, tal es el caso del bibliotecario, el librero y los padres.
“Estos últimos salen de la Feria con jabas de libros, muchos de los cuales nunca cumplen el objetivo para el que fueron creados. Los padres deben incentivar la lectura en casa, pero no esperar que los niños arranquen solos a leer y más hoy ante las distintas mediaciones tecnológicas que pueden impregnar la vida de los lectores más jóvenes”, comenta.
Ante tales desafíos las editoriales cubanas buscan alternativas y por primera vez piensan en crear formatos y colecciones que se acerquen más a lo que busca el público, lo cual –según Enrique Pérez Díaz– no siempre es posible de satisfacer debido a la materia prima disponible y los insumos cada vez más costosos.
De esta manera, desde hace dos años el e-book supone una puerta por donde se fugan muchas de las soluciones, las cuales no solo se circunscriben al libro electrónico, sino además al audio-libro, la multimedia y otros soportes.
En el caso de Gente Nueva, asegura su director, desde hace tres años tiene parte de su fondo histórico adaptado al formato de los e-book y lo comercializa en la plataforma de Ruth Tienda a través de Ediciones Cubanas. “En medio de nuestras dificultades para producir, el libro digital es una opción de preferencia pues abarata los costos y ofrece unas infinitas posibilidades de comercialización, desde luego, acompañado de una fuerte promoción”, concluye.
Author : María García Esperón
Tag :
Prensa,
Soñadora de quimeras
Quisiera
A María,
soñadora de quimeras,
en su media rueda,
agosto 7, 2014
Yo quisiera ser el sueño
que alimentes cada noche,
un Sol pleno y solitario,
misterioso e inacabado.
Yo quisiera ser la brisa
que te despeina el desvelo,
brisa fresca, milenaria,
que pasee con los tiempos.
Yo quisiera ser la aurora
y hasta el canto que te aliente,
el primer rayo, la caricia
que de besos tu piel cubra.
Yo quisiera ser el mar,
infinito y sin fronteras,
donde pierdas tus ensueños,
cuando bogues tras tu anhelo.
Yo quisiera ser el tiempo
que te vista de quimeras,
de espejismos, de suspiros
y emociones como un río.
Yo quisiera ser el alma
si tú buscas tu refugio,
corazón cálido y rojo,
tu morada en el diluvio.
Yo quisiera ser el sol
que te conmine a la vida,
sol insomne, siempre pleno,
sin eclipses, sin olvidos.
Pero solo soy humano,
confusión y pesadumbre,
corazón que como tú
sufre el amor que no ha sido,
y extraviado entre telones,
frases mudas, besos fríos,
va y cabalga desbocado,
sin encontrar sus caminos,
y amanece cuando es noche
y en el día… se vuelve olvido…
Enrique Pérez Díaz
Author : María García Esperón
Sepia es mi amor
Sepia es el color del tiempo pasado que siempre tiende a ser mejor.
Sepia es el recuerdo y también el trasluz de la esperanza.
MGE
Sepia es mi amor, es mi recuerdo.
De un desvaído sepia visten hoy mis sentimientos.
Hay olvido, silencio y duda en sepia.
Hay un grande silencio
que me acecha
en cada contorno de mi alma,
desesperada y muda,
porque bien sabe,
desde el sepia más profundo,
que nunca,
jamás,
escuchará esa palabra tuya
tan ansiada como sepia.
En el mar de un sepia
navegan mis sentidos,
extintos de bogar entre olas grises.
En la prisa de un suspiro
que se esconde y me cabalga,
guardo un sepia recuerdo de aquello que no ha sido,
quimeras vanas como un sueño sepia,
mientras tú, ausente y tan cercanamente lejos,
te cubres de silencios cuando yo,
desde el trasluz de la esperanza,
anhelo vestirme del olvido…
Author : María García Esperón
Tag :
Misterios,
Barcarola para Enrique Pérez Díaz, en su cumpleaños
Para Enrique Pérez Díaz, en su cumpleaños. MGE
(Sobre una tarde en una fotografía)
Príncipe Hechizado
que estás en Venecia:
góndolas y máscaras
y una luna quieta.
Dejaste tu historia
en aquel castillo
y en el viejo puente
te besó un suspiro.
Un suspiro hermoso
color de leyenda
eran tus amores
era tu quimera.
El agua se marcha
llevándose al sol.
Príncipe Hechizado
no mueras de amor.
Déjame cantarte
esta barcarola
con la melodía
que saben las olas.
Déjame soñarte
en el viejo puente
en aquella tarde
de Venecia y siempre.
Príncipe Hechizado
de rayos de Sol
si vas a Venecia
no mueras de amor.
Author : María García Esperón
En Venecia
En el puente del amor, donde los amantes escriben sus nombres y ponen un
candado y arrojan su llave al canal... para que el amor sea eterno...
Author : María García Esperón
Tag :
Momentos,
Premio Andersen,
A la entrada de la Feria Internacional del Libro de Bologna
Author : María García Esperón
Tag :
Momentos,
Premio Andersen,
Cuentos de hadas: cuatro países en un libro
Cuentos de hadas
¿Se jubilan las hadas? Enrique Pérez Díaz (Cuba)
El hada Ayer. María García Esperón (México)
La lamia enamorada. Seve Calleja (España)
La bella durmiente. Liset Lantigua (Ecuador-Cuba)
Ilustraciones: Sozapato
Colección ¡elé!
Dirección: Alejandro Bustos
Edición: Liset Lantigua y Enrique Pérez
Dirección de arte: Roberto Valencia
Editado por :
Zonacuario, Comunicación con Responsabilidad Social Cía Ltda.
Quito, Ecuador
Primera edición
Septiembre 2013
Las hay de viento, de mar, de selva y de montaña. Saltan en los tejados como las aves con los primeros soles. Es una danza su ir y venir por el mundo. Si lloramos, se acercan con sus vestidos y sus perfumes de bosque, y sin que lo sepamos se ocupan de nuestras lágrimas, las guardan en una estrella vacía para llevarlas al fondo del mar. En la más intensa soledad, ellas ponen sus manos para recordarnos caricias que solo pueden ser inolvidables. En los momentos de espera, de confusión o de miedo, dejan caer un polen que nos devuelve la luz.
Por eso siguen con nosotros a pesar de los tiempos. No importa que no las veamos, que siempre parezcan huir. Ellas existen así, donde las presentimos. Es decir: en el mundo.
Las hadas de estos cuentos nos dan la bienvenida. Para verlas, bastará abrir las alas de la imaginación y sobrevolar los parajes de este libro que las hará visibles.
(Texto de la contraportada)
Author : María García Esperón
Tag :
Hadas,
Con Nersys Felipe y Carilda Oliver
Con Nersys Felipe y la simpar Carilda Oliver la poetisa de 92 años, todo un símbolo del erotismo en Cuba, en una reciente gira por provincias.
Author : María García Esperón
Tag :
Momentos,
Un equipo diferente para un Congreso distinto.
Fuente: La Jiribilla
Por esos azares de la vida, en 1993 me hicieron miembro del Comité Cubano del IBBY, capítulo nacional del International Board on Books for Young People. No niego que aquello me tomó de sorpresa, pues ese mismo año me eligieron Presidente de la Sección de Literatura Infantil y Juvenil (LIJ) de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), donde estuve por tres lustros. De pronto, a mis 35 años, me veía “atrapado” en una red literaria de la que antes había sido un proscripto. Era una época dura y por mi inmadurez me vi siguiendo casi a la fuerza y sin mucha fe —lo confieso hoy con pesar— a Emilia Gallego Alfonso, quien, aunque al principio fungía de Vicepresidenta del Comité, llevaba toda la iniciativa de hacer unos encuentros iberoamericanos de LIJ que fueron convocando a personas y personas de cualquier parte del mundo. Esos encuentros se convertirían en 1999 en el Primer Congreso de Lectura Para Leer el XXI. ¡Cuántos amigos que ya son polvo de estrellas acudieron a aquella hermosa cita en el CENCREM entonces! ¡Cuántos amigos nos ha dado el IBBY y sus congresos a lo largo de estos años! Pero también nos ha ofrecido una gran lección.
Author : María García Esperón
Tag :
IBBY,
El terrible sobrino visita a la tía misteriosa
El terrible sobrino visita a la tía misteriosa
Enrique Pérez Díaz
Ilustraciones: William Ramírez Consuegra
Editorial Verbum. Madrid. 2013
Aventuras, suspense, evolución espiritual, ideas y poesía. Humor. Amor. Universalidad. Cubanía. Un niño de todos los tiempos, Felipe, es prácticamente abandonado por sus padres -que aducen razones laborales y de mejora en "el extranjero"-y dejado entre sus bultos de equipaje en la misteriosa Villa susurros, habitada por María Angélica, su tía bisabuela y una corte de gatos negros.
Maestro de todos los géneros, Enrique Pérez Díaz homenajea en estas páginas a los grandes escritores que han hecho de los personajes infantiles la metáfora del paso del hombre en el mundo. Ecos de Twain, de Dickens y de Andersen se evocan en El terrible sobrino visita a la tía misteriosa, novela de inteligencia y sensibilidad, donde el autor retoma su propia vida de niño que habita la ausencia con palabras y sus propias constantes, inherentes a su país y a nuestros países: la partida de la gente "al extranjero" en busca de "mejores" condiciones y el abandono de lo esencial: el niño, el anciano, la promesa y la raíz. Estos arrancamientos, paradójicamente, hacen que el abandonado cumpla su destino de cuento: crezca y se forje, aprenda a nadar -como Felipe- y descifre el sentido de la naturaleza y de los objetos aparentemente viejos y despreciables que lo rodean.
Aparentemente, porque tía y sobrino se funden en el mismo misterio en esa Villa susurros llena de pasado y de incienso, de gatos y de alfabetos. Componen una misma mirada que sabe ver lo que los demás no pueden. Tía y sobrino remontan el mito de la caverna platónica y por su asociación mistérica se adueñan plenamente de su mundo, y a vuelta de las páginas vienen a decir a los lectores que aquello que cree una sociedad alienada en oropeles y frivolidad no es más que sombra, oscuridad, penumbra y tiniebla, como los nombres de los gatos de María Angélica que pasan sigilosos entre los renglones de la novela para enredarse en nuestros pies y mirarnos con sus ojos dorados y preguntarnos si comprendemos.
Lectura de múltiples niveles, El terrible sobrino... emocionará a los chicos con la trama policíaca, halagará a los nostálgicos del vaudeville y la opereta con el recuerdo delineado de las glorias artísticas de María Angélica, deleitará a los pescadores de perlas de poesía en el mar de la prosa y apuntará de todos la mirada hacia los valores trascendentes de la existencia, porque...
¿Sabes lo que significa vivir con alguien tan anticonvencional, que no se preocupa por exigirte nada sino que te enseña a razonar y opinar sobre las cosas más trascendentes de la vida, que cuando puede pesca a la orilla de la playa caracoles, viejos maderos de buques piratas, sueños y atardeceres o siempre anda buscando el rayo verde que se esconde al ponerse el sol?
El terrible sobrino visita a la tía misteriosa fue premio en Cuba en 2002. En 2013, la editorial española Verbum lo pone a disposición de los lectores en la península y en el mundo a través de una edición electrónica que invitará a cada vez más lectores a ese universo llamado Enrique Pérez Díaz.
María García Esperón
Author : María García Esperón
Leer es una ventana: Enrique Pérez Díaz en el Congreso Internacional de Lectura La Habana 2013
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Enrique Pérez Díaz. Foto: Olimpia Chong |
No sé bien por qué, pero desde siempre, los libros se me han antojado una ventana, precisamente aquella ventana que se me abre insidiosa y promisoria y me hace mirar allá adentro de ellos de manera constante y reiterada, esperando —o no esperando, quién sabe— encontrar algo diferente cada vez que me asomo a ella como espacio de infinitud y sorpresa.
El libro me inspira libertad.
La ventana me da libertad.
Libro-Libertad-Ventana.
Enjundiosa combinación de palabras de significados contrastantes, pero, de alguna manera, tan relacionados entre sí por un algo raro, que aún no soy capaz de definir ni comprender.
Tuve una infancia llena de libros y de ventanas. De ventanas que se me cerraban al aire, a las voces provenientes de la calle, al susurro de amigos invitándome a escapar ventana o puerta afuera para irme a jugar.
Una infancia llena de libros que, como ventanas, se me abrían sugerentes y amigos. De libros que eran el entretenimiento, la aventura y el inigualable placer de jugar a ser uno y muchos personajes a la vez...
Author : María García Esperón
Sin era y jamás: un CD en vivo en La Habana
El 12 de octubre de 2013, en Alamar y en La Habana, nos reunimos Enrique Pérez Díaz, su esposa Galia, su hijo Anduin y nuestros amigos William y Jorge Luis Peña Reyes, en una comida inolvidable (enriquecida y galiciosa, dijo Jorge Luis) que culminó con la grabación -con un teléfono móvil- de los 17 poemas del recital Sin era y jamás, que hacía horas habíamos ofrecido en la Librería El Cochero Azul, en la Editorial Gente Nueva.
Sin era y jamás es una selección de los cientos de poemas en los que, a partir de 2011 y hasta la fecha, Enrique y yo hemos compartido nuestros amores imposibles y el mutuo gusto por hadas y dragones, cuentos y leyendas en un diálogo sin tiempo y sin final... porque el amor nunca termina de decirse por completo. (MGE)
1. Amanezco
2. Quién enciende
3. Alma del arquero
4. El príncipe Hielo
5. Eres viento en la mirada
6. El castillo de mis sueños
7. La puerta
8. Dicen que soy poesía
9. Alma de pez
10. Ocaso
11. La princesa Suspiro
12. Nada se explica
13. Mi amor es mi verso
14. Deja un beso
15. Oración
16. Cuando algo empieza
17. Termina algo
Author : María García Esperón
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Sin era y jamás,
Consigo lleva la música
A M.G.E.
Juglaresa y alma gemela.
Consigo lleva la música,
la lleva toda consigo...
en un baile de poemas
con la noche por testigo...
Consigo se lleva el alma
de quien le escucha cautivo
se la lleva lejos, cerca la lleva
y el universo, testigo...
Consigo duerme el silencio,
a la hora del hastío,
pues lo sabe vestir de oro
de menta verde y romerillo.
Consigo se lleva el alma
de quien le escucha cautivo
se la lleva lejos, cerca la lleva
como un abrazo de amigo.
Consigo viaja en un canon
la balada del amigo,
canción de amores y dudas,
o de infinito y olvido.
Consigo lleva la música,
la lleva toda consigo...
en un baile de poemas
con la noche por testigo...
Consigo un alma gitana
que pasea su destino,
consigo la luna lunera
y un Sol amante y esquivo...
Consigo lleva la música,
de quien le escucha cautivo.
Consigo duerme el silencio,
como un abrazo de amigo.
Author : María García Esperón
"Saber sobre qué raíces tan profundas nos estamos levantando". CUBARTE
María García Esperón: “Saber sobre qué raíces tan profundas nos estamos levantando”
Por: Susana Méndez Muñoz
Fecha: 2013-10-16
Fuente: CUBARTE
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Foto: CUBARTE |
María García Esperón es una reconocida escritora mexicana que se encuentra en Cuba invitada por la Editorial Gente Nueva, en la sede de la cual sostuvo un encuentro con un grupo de niños que presentaron su arte para ella.
Esta escritora estudió Ciencias Humanas en la Universidad del Claustro de Sor Juana y realizó estudios de Letras Clásicas en la Universidad Nacional Autónoma de México, así como de griego antiguo y moderno, latín, náhuatl y árabe; domina además el inglés, el francés y el italiano.
María García Esperón, que antes fue periodista, se inicia en el camino de la literatura con la novela El disco del tiempo, con la que obtiene en el año 2004 el Premio Barco de vapor, otorgado por Ediciones SM y CONACULTA.
Luego, en el 2005, ganó el Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños convocado por la Fundación Letras Mexicanas y el Fondo de Cultura Económica por su poemario Tigres de la otra noche, que constituye un homenaje a los héroes y autores de la literatura infantil y juvenil. Este título recibe en el 2007 el Premio al Arte Editorial que otorga la CANIEM (Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana).
En ese mismo año recibe el Premio Latinoamericano de Literatura Infantil y Juvenil Norma Fundalectura por su novela Querida Alejandría, que recupera el personaje de Cleopatra Selene II, la hija de Marco Antonio y Cleopatra, para reconstruir su historia y hacerla próxima al interés y sensibilidad de los jóvenes del siglo XXI. Esta novela fue incluida en la lista White Ravens 2008, de la International Jugendbibliothek, presentada en la Feria del Libro de Bolonia.
Ha escrito además los poemarios infantiles Sombraluna (2008) y Aires de Don Aire (2009); el libro de relatos Las cajas de China (2007) y en el año 2009 Mi abuelo Moctezuma, que fue publicado en España; en el 2010 Berenice, la sirena y el pasado año Copo de Algodón.
María reside en la Ciudad de México y privilegia la poesía por encima de cualquier género literario, “ese algo alado, liviano y sagrado”.
Desde muy niña se fascinó con las ruinas de sus antepasados, “con esa riqueza arqueológica incalculable que no tiene ni el reconocimiento ni la protección que merece y esa es mi cruzada, saber sobre qué raíces tan profundas y llenas de humanidad nos estamos levantando”.
¿Cuál es el motivo de este su primer viaje a Cuba?
Es la primera vez que visito Cuba, pero es un encuentro largamente preparado y anhelado entrañablemente desde el 2009 en que conocí al poeta tunero Jorge Luis Peña Reyes y nos hicimos muy amigos; posteriormente, en el 2011, entablé contacto con Enrique Pérez Díaz en un encuentro de poesía para niños que tuvimos en León, España.
En esa ocasión yo le pedí a los participantes que enviaran un saludo poético y el que Enrique envió fue absolutamente maravilloso, era un poema al otro lado del espejo y desde ese momento no hemos dejado de relacionarnos; no hemos dejado un solo día de escribirnos poesía.
Yo llevo 60 blogs de poetas de lengua española que me gusta promover, y el de Enrique se llama Algo de magia, un universo llamado Enrique Pérez Díaz, basado en un poema precioso de su libro Versos al nunca jamás que ha sido editado y publicado en España; el poema dice “que rían tus ojos al verme llegar / solamente eso me podría encantar”, y entonces para hacer realidad ese poema estoy aquí.
Enrique es un autor universal desde Cuba que nos ha aglutinado a todos, que nos ha atraído, yo vengo realmente atraída por él.
¿Qué le ha parecido este encuentro con estos pequeños actores cubanos que a la vez son lectores de sus obras?
¡Lo de los niños ya fue el acabose! Escribe uno para niños y cuando ves ese sueño, esa poesía, esa idea que has tenido en la voz, en el cuerpo, en la mirada, en la fe y la construcción de los niños ya no le puedes pedir nada más a la vida.
Las flamencas: ¡de arrodillarse!; la niñita que hizo de Hada menta, ¡era el Hada menta!, no había otra, era su espíritu y todos los niños hicieron un trabajo hermoso, fue absolutamente estremecedor.
Existe otra coincidencia entre su obra y la de Enrique que es la de recrear el universo de las hadas y otros personajes mitológicos.
Él siempre ha trabajado la temática de las hadas, toda la epopeya artúrica, y la tiene asumida desde su condición de americano, pero ha sido un precursor, antes de que se pusiera de moda; yo me integro a la literatura infantil y juvenil al cumplir los cuarenta años —y comienzo siguiendo mis aficiones que son la literatura clásica, este mundo mágico— y a partir de 2009 empecé a escribir poemas de hadas, entonces escribí El Hada menta.
En ese tiempo mi correspondencia con Enrique era así: él me enviaba un poema y yo lo grababa, porque me gusta mucho recitar y se lo enviaba en MP3; pero ya perdimos la cuenta, han de ser 600 o 700. Cuando le envié El Hada menta en mi voz él escribió una prolongación que fue lo que escuchamos hoy aquí, que es la letra de Enrique en mi voz.
Hemos llegado a fundir nuestra poesía de tal manera que ya no nos acordamos quién escribió qué; desarrollamos una serie de personajes mágicos en poemas estructurados en dos partes que son, por ejemplo “La princesa suspiro, El príncipe de hielo, La princesa anhelo, El príncipe esquivo”, o sea correspondencias, viene la palabra y regresa la palabra.
Hemos podido, como creadores, identificarnos con el concepto platónico de poesía: ese algo alado, liviano y sagrado; este poder de la palabra lo hemos podido tejer y urdir y ese es el antecedente de esta presencia aquí y de cómo realmente hemos puesto sueños sobre sueños y luego con los sueños, el arte y los bailes de los niños se ha completado la experiencia.
Antes dijo que usted lleva 60 blogs de poetas de lengua española ¿Es entonces una defensora de las posibilidades que brinda Internet en materia de promoción de la literatura?
Sí, Internet es una herramienta muy poderosa, es una maravilla, pero en la actualidad yo estoy muy desilusionada porque se ha pervertido de una manera tan rápida que ni nos dimos cuenta, y ahora la gente se concentra en lo banal, en lo frívolo, los jóvenes pero los grandes también y me desanima mucho que tantas personas inteligentes se entreguen de manera acrítica a las redes sociales, y haber perdido amistades porque se fueron a Facebook diciendo que allí nos podíamos encontrar.
Pero nosotros somos la resistencia; lo vamos a usar como un medio y vamos a resistir a esta ola de banalidad y frivolidad que es el gran enemigo.
Tanto El Hada menta como su libro El disco del cielo han sido publicados en Cuba y hemos sabido que la Editorial Gente Nueva prepara para su presentación en la venidera Feria del Libro Cuba 2014, otro título suyo.
Sí, se va a presentar El disco de Troya (2006), que parte del descubrimiento de un artefacto arqueológico que relaciono con las aficiones de algunos jóvenes en torno a la iconografía satánica, ya que en la antigüedad clásica también se hallan dioses con cuernos como Minotauro, Apis, Zeus Amón, Gran Ciervo.
La editorial mágicamente ha decidido que lo ilustre Nelson Ponce, el mismo diseñador que trabajó El Hada menta y que ha hecho unas obras en blanco y negro que ameritan verdaderamente una exposición; involucra varias enseñanzas del arte contemporáneo, reelabora mitos griegos.
A este le sigue El disco del sol, que ya estoy escribiendo, pero con la experiencia cubana; Enrique es uno de los personajes y una de las escenas transcurre en el Museo Napoleónico cubano, que ayer visité.
¿Vendrá a presentar su título en la Feria del Libro?
Sí, tengo toda la intención de venir a presentar mi libro.
Author : María García Esperón
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Entrevistas,
El hada en La Habana, por Jorge Luis Peña Reyes
Milagros del Hada Menta en La Habana
Por: Jorge Luis Peña Reyes.
Con su varita
de yerbabuena
el Hada menta
sale a pasear.
M.G.E
Casi me negué a ese vaticinio que había creído mucho tiempo atrás. María García Esperón estaba en la Habana y yo a novecientos kilómetros de ella. Habíamos intercambiado cientos de mensajes para hablar de sueños, algunos cumplidos, otros por cumplir, pero éste de encontrarnos para intercambiar libros e ideas en un punto de la geografía cubana que era la editorial Gente Nueva, junto a Enrique, Galia, William y otros amigos, era un sello trascendente para nuestra amistad.
Me fui a la capital arrepentido de no haberlo hecho antes y lamentando que esas doce horas que transcurrió el viaje, fueran más que el diálogo con esta amiga. A fin de cuentas la red es solo el principio útil, hasta que los encuentros se hacen más humanos y presenciales.
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Foto: Olimpia Chong |
Allí estaban las niñas de Yumié Rodríguez con su despliegue de narración y baile español que puso en el aire a muchos,en tiempo de palmas y castañuelas.
Su texto del hada abandonó el papel troquelado y se hizo música, danza, risa y amistad. Llegaron las cámaras, la televisión, los micrófonos, la gente con sus libros para que se los autografiara, llegaron los niños; en una oleada que buscaba ante todo guardar memoria de un acontecimientoliterario entre México y Cuba que ya no podría diluirse en el tiempo.Ni se sabe cuántos proyectos se gestaron en los estrechos pasillos de la editorial, cuántos sueños nacieron en esa sensibilidad que imanta y que tiene que ver más con la calidad humana que con la institucionalidad.
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Enrique Pérez Días, María y Yumié Rodríguez Foto: Olimpia Chong |
Luego en la librería El Cochero azul, rodeados de hermosos y buenos libros como quisiéramos estar siempre los autores, escuchamos un diálogo poético entre Enrique y María; poemas nacidos también desde la distancia, inspirados con la complicidad de la mitología e hilvanados ahora como una sola pieza, para dejaren en el público un gusto por la lírica como deslumbró en tiempos pasados a quienes disfrutaron de los juglares.
Ellos terminaron por aplaudirlos y agradecerles.
No hubo mejor oportunidad para presentar ante María las luchas cotidianas, los embates por destacar la sensibilidad ante los rígidos mecanismos burocráticos, que la conversación sostenida con Zuleica Romay, presidenta del Instituto Cubano del Libro y su permanente apuesta por la inteligencia y la alta cultura.
La despedida tenía que ser de altura, así que nos fuimos al apartamento de Enrique ¡en el sexto piso de un edificio en Alamar!, donde no había casi espacio para lo que no fueran libros, reconocimientos y buenos recuerdos.Además de la visita de la autora mexicana, asistían otros que en forma de libros llegaban de todas partes del mundo,como aspirantes al premio Andersen, reconocido como el Nobel de la literatura infantil y juvenil ,encargo que comparte Enrique entre un jurado procedente de diez países.
Allí otra vez el intercambio tripartito de libros y de firmas, el almuerzo y la sobremesa a lo cubano que incluyó planes, impresiones y hasta la grabación sonora del extenso poema amatorio, como para que nada quedara en el éter o lejos del poder íntimo de la amistad. Las hadas no se jubilan, Enrique, volverán una y otra vez a la Habana para dejarnos su magia, con sabor a menta y a esperanza.
13 de octubre de 2013
Allí otra vez el intercambio tripartito de libros y de firmas, el almuerzo y la sobremesa a lo cubano que incluyó planes, impresiones y hasta la grabación sonora del extenso poema amatorio, como para que nada quedara en el éter o lejos del poder íntimo de la amistad. Las hadas no se jubilan, Enrique, volverán una y otra vez a la Habana para dejarnos su magia, con sabor a menta y a esperanza.
13 de octubre de 2013
Versos del recital "Sin era y jamás",
por Enrique Pérez Díaz y María García Esperón
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Enrique, María, Jorge Luis... ¡al infinito y más allá! |
De cara al cielo
de frente al mar
una palabra
se echó a llorar.
Se sentía sola
sola de atar
en una almena
de soledad.
Del otro lado
en otro mar
otra palabra
en otra edad,
en una playa
blanca de sal
con alas blancas
se echó a volar
Hay un fuego aquí en mi alma
que no se apaga jamás.
Es una hoguera de sueños
imposibles de alcanzar.
Hay un fuego en la mirada
que se escapa tras tu andar.
El sentimiento de un nunca,
la promesa de un quizás.
En el espejo de mi alma
te asomaste al despertar.
En el cristal de mi sueño
estuviste, sin llegar.
En el espejo de mi alma
te dibujas sin pensar.
En el cristal de mi sueño
tu imagen, que no se va.
Author : María García Esperón
Encuentro con escritora mexicana María García Esperón. CUBARTE
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Enrique Pérez Díaz, María García Esperón y Zuleica Romay Foto: CUBARTE |
Encuentro con escritora mexicana María García Esperón
Por: Susana Méndez Muñoz
Fecha: 2013-10-14
Un hermoso encuentro con la periodista y escritora mexicana para niños y jóvenes María García Esperón, tuvo lugar en la sede de la Editorial Gente Nueva de esta capital.
María visita la Isla por primera vez a pesar de que sus libros El Hada menta y El disco del cielo, pertenecen al catálogo de esa editorial, la cual además prepara para su presentación en la venidera Feria del Libro Cuba 2014 el título El disco de Troya, ocasión que contará con la asistencia de la autora.
En la primera parte del encuentro la compañía Sueños para contar que dirige la actriz Yumié Rodríguez, estrenó una versión de El Hada menta, y además tuvo como invitadas a las niñas bailarinas pertenecientes al grupo Danzarte, de la Casa de la Cultura de Diez de Octubre, que interpretaron una danza flamenca para regocijo de la escritora, que aunque hija de la tierra azteca, siente pasión por esta tradición española.
Luego y para un público de adultos, con la presencia de Zuleica Romay, presidenta del Instituto Cubano del Libro, García Esperón y Enrique Pérez Díaz, periodista, escritor, editor y director de Gente Nueva, brindaron un recital de sus propios poemas, los que por primera vez fueron dichos en ante un auditorio, aún antes de convertirse en libro.
Las composiciones a las que dieron lectura son producto de un intercambio que han sostenido ambos autores durante un año “separados en el espacio, pero unidos en el tiempo y en los sueños”, según sus propias palabras, a las que agregaron: “son poemas que han surgido de un común acercamiento a la literatura como ese lugar donde puede suceder la magia y donde el amor imposible puede ser posible”.
Author : María García Esperón
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Prensa,
Sin era y jamás,